Velázquez: «Si la gente pone de su parte, en Uruguay no pasará como aquí»

Emiliano Velázquez, central internacional uruguayo del Rayo Vallecano. EFE/ David Ramiro Leyva/Archivo

Por David Ramiro

Emiliano Velázquez, central internacional uruguayo del Rayo Vallecano, afronta con «responsabilidad» el confinamiento en Madrid debido a la pandemia de coronavirus y confía que en «si la gente pone de su parte» en su país no pasrá como en España.

«Estos días estoy en casa encerrado, sabiendo que hacemos las cosas bien y que si cada uno aporta su granito de arena esto se solucionará más rápido», declara a EFE Velázquez desde su domicilio.

El futbolista uruguayo lo primero que hizo tras anunciarse el confinamiento fue ponerse «una rutina para no tener tanto tiempo de ocio».

«Me levanto, saco a pasear el perro, desayuno, tengo un rato para mi y después entreno hora y media. Tengo la suerte de que está mi padre acompañándome y él se pone a cocinar. Comemos los dos, hacemos sobremesa, una siesta, vuelvo a pasear el perro, tomo mate y después disfrutamos viendo la tele. Un día elige él y otro yo. Nos encanta el cine y las series. Vimos ‘Vivir sin permiso’ y nos gustó mucho», desvela.

Velázquez está en Madrid con su padre porque a su mujer, embarazada, la recomendaron irse a Montevideo ante lo que se avecinaba en España.

«Cuando se fue hace nueve días a Uruguay no había casos de coronavirus y cuando llegó se encontró con la cuarentena. La está cumpliendo en casa, pero por lo menos está con la familia más cerca», confiesa.

Velazquez opina que en Uruguay «hay muy buena sanidad y si la gente pone de su parte no pasará como aquí porque de momento hay menos casos».

Desde la distancia entre España y Uruguay, Emiliano Velázquez mantiene contacto constante con su mujer. «Por mensajes todo el día y antes de dormir la llamo. Es difícil estar separados, pero estamos conectados todo el rato. Me esta mandando continuamente vídeos de la tripa».

Justo antes de suspenderse la Liga española, Velázquez recibió el alta médica tras una larga lesión de ligamentos de la rodilla izquierda que se produjo en julio de 2019 durante la pretemporada.

«La semana antes del parón me dieron el alta y podía competir. Lo único que tengo que hacer ahora es como si hubiera terminado la Liga, mantener la fuerza de los músculos y prepararme para cuando toque volver», confiesa.

Estos meses viendo al equipo desde fuera se han hecho «difíciles» para Velázquez porque «no puedes aportar lo que quieres ni demostrar nada con actos».

«Tuvimos muchos altibajos que generan que no estemos arriba entre los seis primeros y creo que a la vuelta tenemos que mantener una regularidad para conseguir el objetivo. Tuvimos mucho empates, pero no se acompañaron de victorias. Si conseguimos equilibrar la carrera de victorias y empates seguiremos hacía arriba», confiesa.

Para este parón, por el momento indefinido, Velázquez tiene un plan individual de trabajo. «Por suerte tengo una bicicleta y varias cosas para hacer de gimnasio. Trato de mantenerme y no perder lo que gané con la recuperación».

«Cuando estas compitiendo que te paren y tengas estas incertidumbre no es buena. Lo mejor es pensar que cuando se vuelva hay un nuevo campeonato con un objetivo definido. Todos vamos a estar en la misma situación y cuando toque todos debemos trabajar para intentar ascender, que es lo que queremos», manifiesta.

Durante este tiempo en casa, los jugadores han tenido contacto con el entrenador Paco Jémez, también recluido en su domicilio.

«Paco nos llamó a cada uno para ver como estamos. Para él lo más importante es la salud de cada persona. Se puso en contacto conmigo hace poco para ver si necesitaba algo y sabe que estamos trabajando desde casa», subraya.

Una de las incógnitas cuando se retome la competición es la de saber si los partidos se disputarán a puerta cerrada o contarán con público en las gradas.

«Es difícil, pero todas las medidas que se tomen serán extraordinarias porque es algo muy general, muy grave. Tienen que tomar la mejor decisión para jugar al fútbol, terminar la Liga y que la gente esté contenta. Para nosotros no es lo mismo jugar a puerta cerrada, no te motiva igual, pero somos once contra once y una pelota por medio», concluye.

(EFE)

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