La agencia de calificación de riesgo Moody’s cambió el pasado lunes 27 de abril, de estable a negativa la perspectiva de los sistemas bancarios de Brasil, Colombia, Panamá, Paraguay, Uruguay y Centroamérica ante el debilitamiento del entorno operativo y las afectaciones en su rentabilidad como consecuencia del coronavirus.
Moody’s divulgó un informe en el que detalla que «los trastornos económicos y de mercado causados por la pandemia reducirán la actividad comercial, aumentando el riesgo de activos y ejerciendo una presión significativa sobre la rentabilidad de los bancos».
Muestra de la situación es que el 22,8 % de la cartera crediticia de Panamá ha sido modificada hasta ahora como alivio a los clientes ante la crisis del COVID-19, dijeron este lunes representantes de la banca, que admitieron impactos en el sector así como los esfuerzos para garantizar la liquidez.
Este escenario de crisis era totalmente inesperado para Latinoamérica hasta febrero, el mismo mes en el que el primer caso de coronavirus se reportó en Brasil y en el que se informó que los cuatro mayores bancos de ese país habían registrado en 2019 beneficios récord.
Según el informe de Perspectivas Económicas Mundiales presentado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a mediados de mes, la economía de América Latina y el Caribe se contraerá un 5,2 % este año por el impacto de la actual crisis sanitaria, un descenso más profundo que el de la economía mundial, que caerá un 3 %.
La región se verá afectada este año por el «aislamiento, bloqueo y cierres generalizados requeridos para frenar la propagación» del coronavirus, que está provocando un «grave efecto» en la actividad económica de todos los países latinoamericanos y a nivel mundial, según el Fondo.
Hasta este lunes, la universidad Johns Hopkins reportaba en su mapa mundial de casos más de 3 millones de contagios y 210.551 muertes, siendo EE.UU. todavía el principal foco mundial de la pandemia.
LAS MEDIDAS SON CLAVES, PERO NO SUFICIENTES
El cambio de perspectiva se da «a raíz del deterioro económico generalizado», según la agencia de calificación de riesgo, que no obstante matizó que «las medidas de apoyo por parte de los Gobiernos ayudarán a mitigar los efectos sobre los bancos».
Si bien estas medidas buscan “apuntalar” la posición financiera de las empresas y atenuar el impacto negativo sobre el empleo y los hogares, Moody’s considera que «no serán suficientes para compensar totalmente el impacto adverso que la crisis de coronavirus está provocando en los bancos».
Por sectores, Moody’s prevé que los hoteles y restaurantes, líneas aéreas, automotrices y minoristas serán los más afectados, y que las pequeñas y medianas empresas serán particularmente «vulnerables» en este contexto.
Expertos del FMI consideran que «una fuerte cooperación multilateral es esencial para superar los efectos de la pandemia, incluso para ayudar a los países con limitaciones financieras que enfrentan impactos de salud y financiamiento, y para canalizar ayuda a países con sistemas de salud débiles».
Por esta misma línea, el Informe Macroeconómico del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala que dado que el acceso al crédito podría tornarse más difícil, los países deberían «buscar mayores eficiencias, reasignar gastos que no son esenciales», e incluso «endeudarse y utilizar los balances de los Bancos Centrales hasta cierto grado».
SE MANTIENEN
De otra parte, Moody’s mantuvo la perspectiva para los sistemas bancarios de Argentina y México, que se mantiene negativa desde septiembre y agosto de 2019 respectivamente. «En ambos países, el brote de coronavirus exacerbará presiones que ya estaban presentes y afectaban la perspectiva de estas industrias bancarias».
El informe precisa que en Argentina la perspectiva negativa también «considera presiones que podrían surgir bajo una reestructuración de la deuda soberana potencialmente desordenada, lo cual debilitaría aún más las condiciones financieras para los bancos».
En el caso de México «el deterioro de las condiciones operativas para los bancos en medio de expectativas de crecimiento del PIB considerablemente más bajas conducirá a mayores niveles de mora».
NIVEL DE CAPITAL FUERTE
Perú salió mejor librado y de hecho Moody’s mantuvo su perspectiva estable para el sistema bancario de ese país, sin cambios desde abril de 2019, aunque la crisis económica producida por el brote de coronavirus «incidirá negativamente en el riesgo de activos y la rentabilidad de los bancos».
No obstante, la agencia señala que el nivel de capital del sistema bancario peruano «es fuerte y que la respuesta integral del Gobierno debería mitigar los efectos negativos de largo plazo». (EFE)