Argentina prevé una producción récord de trigo para la cosecha 2020-2021

La mejora de los rendimientos permite a los analistas agrícolas augurar una producción de 21 millones de toneladas de trigo, un nuevo récord histórico para la Argentina. EFE/Maxim Shipenkov/Archivo

Argentina prevé una cosecha récord de trigo y cebada de 24,75 toneladas para la campaña fina de los cultivos de invierno 2020-2021, según las estimaciones difundidas este martes por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

La proyección de siembra de cereales de invierno, de acuerdo a los pronósticos climáticos y de mercado, arroja que la superficie destinada al trigo crecería un 3 % interanual a un total de 6,8 millones de hectáreas, mientras que la de cebada caería un 5 % a 950.000 hectáreas.

La mejora de los rendimientos permite a los analistas agrícolas augurar una producción de 21 millones de toneladas de trigo, un nuevo récord histórico para la Argentina, por encima del máximo conseguido en la campaña 2018-2019 con 19 millones de toneladas cosechadas, y de 3,75 millones de toneladas de cebada.

Estos resultados permitirían una variación interanual en términos de producción del 11,7 % en el caso del trigo, pero con una caída del 7,1 % para la cebada, resultante de un descenso en el área sembrada, precisó el analista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires Esteban Copati en la presentación de la nueva campaña agrícola.

El valor bruto de la cadena de trigo y cebada para la campaña 2020-2021 fue estimada en unos 10.770 millones de dólares, con un crecimiento del 6,5 % respecto del valor bruto de este año, al tiempo que se prevén exportaciones de ambos cereales por 3.635 millones de dólares, que representarían un alza del 9 %, y un aporte de 1.200 millones de dólares a las arcas fiscales en concepto de recaudación, lo que representa un aumento del 25 % explicado también por la subida de los derechos de exportación.

Las estimaciones se basan además en un pronóstico climático «propicio» para la producción de cultivos de invierno, con buena humedad en los suelos aunque se prevén algunos excesos en el noreste de la región agrícola y déficit de lluvias en el sudoeste.

INCERTIDUMBRE POR LA CRISIS

El crecimiento de la producción se daría en un marco de importantes expansiones del área de trigo desde 2015, cuando el entonces presidente Mauricio Macri (2015-2019) levantó las restricciones a las ventas al exterior del cereal y redujo las alícuotas de los derechos de exportación, lo que incentivó las inversiones en el sector agrícola.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires prevé sin embargo que la campaña 2020 registrará una caída del producto bruto de las seis cadenas de cultivos extensivos del -4,5 %, por la disminución de las cotizaciones internacionales y la caída de las cantidades a raíz de la sequía en el verano (austral) que ha obligado a recortar las estimaciones de producción.

«Para concretar un nuevo crecimiento del producto bruto de la cadena de los cultivos de invierno será muy importante despejar las dudas, las fuentes de incertidumbre que todavía existen en relación a la decisión de siembra», señaló el economista jefe de la entidad, Agustín Tejeda Rodríguez.

En ese sentido, instó al Gobierno nacional a enviar un mensaje acerca de «cuál va a ser el marco normativo» en medio de «un escenario muy complejo» por la crisis global generada por la pandemia de COVID-19, la guerra comercial, la gripe porcina africana y menores cotizaciones internacionales que afectan los márgenes de producción.

REGLAS DE JUEGO CLARAS

Argentina ingresa a esta crisis internacional ya con dos años de recesión acumulados y un importante deterioro de los índices económicos y sociales, lo que lleva a los principales organismos internacionales y a consultoras privadas a prever que la economía del país suramericano sufrirá este año una contracción del -6 %.

El presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, José Martins, destacó que «el sector agroindustrial es uno de los sectores de la economía argentina menos afectados» por la semiparalización que generaron las restricciones impuestas por el Gobierno desde el 20 de marzo en la cuarentena obligatoria para limitar la transmisión del coronavirus, porque la actividad fue declarada esencial y siguió en funcionamiento.

Martins instó al sector a «exportar más sin descuidar el mercado interno» y trabajar en un «acuerdo público-privado», sin modificar las reglas de juego y apostando a la continuidad del Mercosur, el bloque regional que Argentina integra junto a Brasil, Paraguay y Uruguay.

El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra, reconoció en tanto al sector agroindustrial por «su compromiso ante la situación que se vive con la pandemia del coronavirus».

CONTEXTO INTERNACIONAL FAVORABLE PARA EL TRIGO ARGENTINO

El trigo argentino afronta una gran oportunidad en el mercado internacional, precisó Tejeda Rodríguez, con naciones importadoras adelantando y aumentando sus compras y reduciendo barreras, como en el caso de Egipto, Turquía o Marruecos.

Por otro lado, según destacó el economista, algunos países exportadores están tomando medidas restrictivas para las ventas al exterior del trigo, como las adoptadas en el último mes por Rusia, Ucrania, Kazajistán o Rumania.

«Esto pone al mercado global de trigo en un muy difícil escenario. Pero esta situación pone al país frente a una gran oportunidad de aprovechar el aumento de importaciones, el espacio que puedan llegar a dejar los principales competidores presentando a nuestro país como un proveedor confiable de trigo en situaciones de crisis, recuperando la participación perdida y ganando espacio especialmente en mercados extra Mercosur», subrayó.

De cumplirse estas proyecciones, Argentina podría concretar un nuevo récord de exportaciones de trigo superando las 13 millones de toneladas, por encima del promedio de las últimas cuatro campañas de exportaciones que tuvieron un promedio de 12 millones de toneladas, y por encima de las 12,3 millones de toneladas que se estima que Argentina exportará de la campaña 2019-2020. (EFE)

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