Los Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz y Edmund Phelps y la economista Carmen Reinhart respaldaron este miércoles la propuesta de Argentina para reestructurar su deuda pública emitida bajo ley extranjera por más de 66.000 millones de dólares y llamaron a los acreedores a aceptar la oferta.
Los economistas subrayaron en un documento que «la reestructuración de la deuda privada de Argentina resulta esencial» y afirmaron que una solución responsable sentará un precedente positivo no sólo para el país suramericano sino también para el sistema financiero internacional en su totalidad.
«Creemos que un acuerdo sostenible beneficia a ambas partes: a una economía en dificultades con 45 millones de habitantes y a los propios acreedores. Ahora es el momento de que los acreedores privados actúen de buena fe», subrayaron.
Entre los 138 firmantes de todo el mundo figuran también Jeffrey Sachs, Thomas Piketty, Kenneth Rogoff y Ricardo Hausmann,
UNA DEUDA INSOSTENIBLE
Los economistas señalaron que «la pandemia de COVID-19 ha empujado a la humanidad hacia la peor recesión mundial de los tiempos modernos» y que la presión sobre las finanzas públicas «se ha vuelto enorme, en particular en los países en desarrollo que ya se encontraban altamente endeudados», por lo que organismos internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las Naciones Unidas lanzaron iniciativas para la aliviar la carga de la deuda pública en esta situación extraordinaria.
«En el contexto de esta emergencia global, la Argentina encabeza su proceso de reestructuración de la deuda pública de forma constructiva, de buena fe y con el apoyo de todos los sectores políticos nacionales», subrayaron los economistas de renombre mundial, en un claro mensaje a los acreedores a horas de que venza este viernes 8 de mayo el plazo para aceptar la oferta.
Recordaron además que ya en febrero, ante de que la crisis de coronavirus se volviera grave, el FMI admitió que la deuda pública de la Argentina es «insostenible» y «existe consenso respecto de que la deuda es inviable, con pagos de intereses que han duplicado su valor como proporción de los ingresos del Gobierno: para ser claros, el costo de refinanciamiento se ha vuelto excesivamente alto».
OFERTA «RESPONSABLE»
La propuesta de Argentina prevé un período de gracia de tres años, por lo que comenzaría a pagar en 2023, una reducción del capital del 5,4 % sobre el stock adeudado, que representa una quita de 3.600 millones dólares, y de los intereses del 62 %, que equivale a 37.900 millones de dólares, y grandes grupos de acreedores liderados por poderosos fondos de inversión ya anticiparon su rechazo a la oferta.
Según el texto de los economistas, Argentina ha presentado a sus acreedores privados «una oferta responsable que refleja de manera adecuada la capacidad de pago del país».
«El alivio de la deuda es la única manera de combatir la pandemia y encaminar a la economía hacia la sostenibilidad», aseveraron los expertos, que recordaron que antes de la crisis el Banco Mundial estimaba que la pobreza urbana en la Argentina ascendía a un 35,5 % y que la pobreza infantil había alcanzado el 52,3%.
«Actualmente, la ONU considera que el impacto del shock en el país está entre los peores de la región, y el FMI prevé una contracción del PIB del 5,7 % en 2020», alertaron.
TIEMPO PARA RESTAURAR EL CRECIMIENTO
Los economistas subrayaron que «a los acreedores se les pide que recorten su ganancia, pero aun así recibirían tasas de interés razonables en el futuro».
«La Argentina ha ratificado su voluntad de pagar la deuda reestructurada, precisamente porque será viable con las nuevas tasas de interés propuestas. Sólo una economía que crece de manera sostenible puede cumplir con sus compromisos financieros en el tiempo», señalaron.
De acuerdo a su análisis, el tratamiento diferenciado entre capital e intereses tiene como objeto aliviar la carga del servicio de la deuda, mientras el país lucha contra el COVID-19 y trabaja para restaurar el crecimiento.
«De hecho, la reducción del cupón promedio del bono ofrecido por Argentina (del promedio actual de 7% al de 2,3%) es razonable, dado el contexto global actual de tasas de interés», puntualizaron.
Los expertos remarcaron que «en este momento excepcional, la propuesta de Argentina también brinda una oportunidad para que la comunidad financiera internacional demuestre que puede resolver una crisis de deuda soberana de manera ordenada, eficiente y sostenible».
«La ausencia de un marco legal internacional para la reestructuración de deuda soberana no debe privar a los países endeudados de la posibilidad de proteger a sus ciudadanos y sentar las bases para la recuperación económica durante la mayor crisis global de la que tengamos memoria», concluyeron. (EFE)