Por Daniel Cerrutti (Partido Colorado)
Los últimos días hemos presenciado lo que no debería de suceder nunca en la actividad pública, me refiero por supuesto, al los sonados casos de los nombramientos de cargos otorgados al sector de Batllistas.
Se había prometido, el actual Canciller Ernesto Talvi, a la postre ganador de la interna, el no ingreso de familiares en cargos del estado.
Cómo es sabido, intentó que esto no sucediera, pero no pudo con los poderoso y arraigados viejos vicios de la política.
Estos días he conversado con mucha gente al respecto y les he manifestado mi frustración, ya que con el discurso pre electoral, me aferre a la esperanza de que esta vez sería distinto, que no se actuaria como aquellos que tanto habíamos criticado.
Muchas de aquellos que hable, me manifestaron que estas cosas son “ normales” y que tenemos que aceptar, que no habrá forma de cambiarlas.
Es muy razonable lo que me dicen, y es muy probable que tengan razón.
De todas formas no abandonaré mis sueños, seguiré pensando y pregonando, que se puede cambiar, no acepto bajo ningún concepto, ser participe de ver el mundo de esta manera,no lo haré, no colaboraré con mi silencio, aunque esto me traiga aparejado que me tilden de “Quijote”
Me ha costado muchos dolores de cabeza enemistarme con los poderosos, pero eso me tiene sin cuidado, me siento mucho más satisfecho en sentir el respeto de mi familia, y ver en los ojos de mis buenos amigos, un dejo de admiración, por ser como soy, ese es el mejor pago, no subiré al tren de la obsecuencia, no tomaré de su agrio y rancio café por un simple beneficio, a la postre , la muestra viva del abandono de nuestros ideales.
Seguiré soñando que los mejores nos deben conducir, los más inteligentes, los más aptos, nunca los más amigos de los amigos.
Si Uds. me permiten, seguiré soñando, mi almohada me lo permite, porque ya me conoce.
Al buen decir don Atahualpa Yupanqui:
Podrán chamuscar mi guitarra en los fogones
, peros mis canciones vivirán
En el alma de los demás.
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