Alemania reactiva su turismo apuntando a los destinos internos

EFE/EPA/ANDREAS GORA/Archivo

Los «Länder» alemanes más turísticos se preparan para una temporada extraordinaria, ante la perspectiva de que muchos ciudadanos pasen sus vacaciones en el país, aunque persiste la esperanza de viajar a su destino preferencial, Mallorca.

Las miradas de muchos alemanes están depositadas en su ministro de Asuntos Exteriores, Heiko Maas. Él fue quien emitió, a mediados de marzo, la recomendación de no viajar a ninguna parte del mundo. Él es, también, quien acelera ahora la búsqueda de una desescalada viajera consensuada con otros socios europeos.

Tras semanas de encuentros virtuales, Maas volvió a lo presencial el sábado, con un encuentro con su colega luxemburgués, Jean Asselborn, en Schengen. No se estrecharon las manos, por las reglas del distanciamiento social. Pero escenificaron el levantamiento de los controles fronterizos entre ambos países.

«Europa vive de ser un espacio sin fronteras», dijo Maas. Luxemburgo era el primer paso, mientras se levantaban asimismo las vallas en Suiza y se reducían las restricciones a los viajeros con Austria, Francia y Dinamarca.

El objetivo de la canciller Angela Merkel es recuperar la total libertad de movimientos en el espacio Schengen a partir del 15 de junio. Que la primera estación de Maas fuera justamente en esa ciudad luxemburguesa era más que un símbolo.

Los controles se reducen. Pero persiste la «recomendación» de no viajar si no es por causas justificadas o improrrogables, en lo que no entra el turismo.

El siguiente paso hacia una perspectiva de reapertura espera darlo Maas este lunes, con una reunión -en ese caso, virtual- a la que ha invitado a España, Italia, Portugal, Croacia, Malta, Grecia, Austria, Bulgaria, Eslovenia y Chipre.

Maas, originario del Sarre, el «Land» más «afrancesado» y uno de los que más prisa se ha dado en liberar de la cuarentena al viajero, ha insistido en la necesidad de coordinar una normalización europea.

Los países invitados a lo que denomina su «diálogo de vecindad» son, en su mayoría, destinos turísticos preferidos dentro de la UE del ciudadano alemán. España ocupa el primer puesto -con once millones de visitantes en 2019-; Mallorca es, para muchos alemanes, algo así como «su» isla vacacional por excelencia.

La recomendación contra todo viaje «no inaplazable» se prevé vigente hasta el 14 de junio. Hace unas semanas, Maas advertía a sus compatriotas que no debían contar con un verano normal y que no habrá otro operativo de repatriación como el llevado a cabo con los 240.000 alemanes que quedaron varados en distintas partes del mundo al principio de la pandemia.

EL SECTOR NO ESPERA

El grupo turístico alemán TUI daba por hecho estos días que sí se podrá viajar a España. La aerolínea Lufthansa mantiene esos destinos y su filial Eurowings anunció que reforzará su oferta a Mallorca, pese a la cuarentena que impone España a todo viajero internacional.

La presión del sector turístico es mayúscula. Su gran aliado es la opinión pública: un 55 % de los alemanes aspira a la reapertura total y pronta de las fronteras de la UE, según la encuesta semanal de la televisión pública ZDF.

El gobierno de Merkel cuenta con el respaldo mayoritario -un 66 %, de acuerdo esa encuesta- a las medidas adoptadas frente a la pandemia. Comercios, bares, restaurantes, actividad escolar, museos y hasta la Bundesliga se reactivaron ya, aunque con restricciones.

LOS «LÄNDER» TOMAN LA DELANTERA

Corresponde a los «Länder» implementar, de acuerdo a su criterio, las medidas consensuadas con la coalición de Merkel. Algunos poderes regionales son más impacientes que otros.

Renania del Norte-Westfalia, Renania Palatinado y el Sarre, en el oeste, abrieron antes que el resto comercios y restaurantes. También ahí se liberó ya de la cuarentena a los viajeros procedentes de la UE y resto del espacio Schengen.

Mecklenburgo Antepomerania y Schleswig-Holstein, en el litoral norte, abrieron ya este fin de semana al turismo. Berlín reabrió sus museos y espera su dosis de turismo ciudadano. En todo el país se pronostica un boom de turismo alternativo, rutas en bicicleta, excursionismo y acampada.

A Alemania se la ve sobre todo como potencia exportadora de viajeros, pero ha despegado como destino turístico. En 2019 registró 495 millones de pernoctaciones -nacionales e internacionales-, un aumento del 3,7% interanual y del 34 % respecto a 2009.

Baviera, el «Land» de mayor atractivo turístico, esperará aún hasta fin de mes. Las autoridades bávaras han sido hasta ahora las más cautelosas. Este próspero estado federado sueño ha sido el más castigado de Alemania por la pandemia -45.427 contagios, de los 174.355 verificados en el país por el Instituto Robert Koch (RKI).

Siguen activos unos 13.000 casos de contagio, la sanidad pública no se ha visto desbordada y la cifra de víctimas mortales -7.914, según el RKI- es moderada. Pero Merkel insiste en no bajar la guardia y atender a la tasa de reproducción, ahora en el 0,8.  (EFE)

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