Presidente Lacalle Pou: «Este paso lo damos porque el riesgo es mínimo; si no no lo daríamos»

El presidente de Uruguay Luis Lacalle Pou, habla este jueves en conferencia de prensa en Montevideo (Uruguay), para anunciar los protocolos para la vuelta de las clases presenciales en el país en el marco de la emergencia sanitaria por la COVID-19. EFE/Federico Anfitti

El alumnado de Uruguay volverá a las clases presenciales a partir de junio siguiendo un calendario de tres etapas y con asistencia voluntaria, informó este jueves el presidente del país, Luis Lacalle Pou.

«Tenemos un respaldo muy importante de los científicos uruguayos, que elaboraron un protocolo que fue discutido», dijo el mandatario en conferencia de prensa tras reunirse este jueves con el comité asesor en materia de COVID-19.

Uruguay suspendió todas las clases presenciales el 13 de marzo, cuando detectó los primeros casos de coronavirus y declaró la «emergencia sanitaria», y a finales de abril habilitó la vuelta voluntaria a las escuelas rurales de todos los departamentos, a excepción de Montevideo y Canelones, con una asistencia que ronda el 50 %, según detalló este jueves Lacalle Pou.

En primer lugar, el 1 de junio volverán a las aulas los estudiantes de las escuelas rurales de todo el país y, salvo en Montevideo y área metropolitana, los centros de estudiantes con particular vulnerabilidad educativa y social, las escuelas de educación especial y el último curso de Bachillerato y formación profesional (UTU).

El 15 de junio se habilitará la vuelta en los centros de primera infancia y educación inicial (hasta 5 años) de todo Uruguay, así como el último año de Bachillerato y UTU en Montevideo.

También en esta fecha se habilitarán las escuelas primarias y liceos (institutos de secundaria), salvo en la capital y el área metropolitana.

Finalmente, el 29 de junio regresarán a las aulas los estudiantes no incluidos en las etapas anteriores.

Las jornadas educativas serán inferiores a cuatro horas diarias y se escalonará la entrada a los centros para asegurar la distancia mínima, indicó el presidente del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, quien matizó que se discutirá con los centros cómo se dividirán los grupos de enseñanza para que acudan en días diferentes.

Además, el 25 de mayo podrán volver a los centros los integrantes de los equipos docente y directivo, que no se someterán a pruebas de diagnóstico de COVID-19, como sí ocurrió con 300 maestros rurales, salvo que haya indicios médicos para ello.

«Este paso lo damos porque el riesgo es mínimo; si no no lo daríamos», aseguró Lacalle Pou, quien también subrayó que en ningún caso se bajará el nivel de exigencia para pasar de curso «porque es pan para hoy y hambre para mañana». (EFE)

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