Por Óscar Pandiello
La crisis del coronavirus y el confinamiento impuesto por la mayoría de gobiernos no han contribuido a reducir la brecha de género en la distribución de las tareas del hogar, según recoge un estudio impulsado por el Grupo de Investigación TOR de la Universidad Libre de Bruselas (VUB, por sus siglas en neerlandés).
En tiempos de cuarentena, las mujeres belgas dedican a trabajos domésticos y al cuidado de niños una media de tres horas y cinco minutos, 32 minutos más que los hombres en el mismo periodo.
En ocio y tiempo libre, sin embargo, los hombres encuestados cuentan con una media de seis horas y 50 minutos, casi una hora más (57 minutos) que las mujeres participantes en la investigación.
Las primeras conclusiones del estudio, todavía en curso, se basan en la respuesta de 661 ciudadanos belgas de entre 18 y 75 años a la encuesta digital presentada en la página web everydaylife.eu.
Los participantes han rellenado hasta la fecha más de 3.500 diarios temporales, unos esquemas en los que se refleja la actividad o actividades simultáneas que se realizan a lo largo de las 24 horas de un día durante al menos una semana.
«Encontrar un buen trabajo y una vida familiar equilibrada se ve facilitado por la separación público-privada del trabajo y el hogar. El trabajo tiene lugar en el espacio laboral, la enseñanza en las escuelas y las tareas domésticas en casa. Ahora esa separación se ha desvanecido», explica a Efe Theun Pieter van Tienoven, sociólogo de la VUB que lidera el proyecto.
Los datos de esta investigación se han comparado con un muestreo aleatorio de la encuesta del uso del tiempo de 2013, para comprobar los cambios más sustanciales entre las rutinas de uno y otro momento.
En comparativa, los hombres apenas emplean tres minutos más de media en tareas domésticas respecto a hace siete años mientras que las mujeres dedican 46 minutos menos a estas tareas, lo que se traduce en una reducción engañosa de la brecha de género.
«(Los datos) tienen sentido porque al menos una parte del trabajo no remunerado ha desaparecido: no hay que trasladar a los niños al colegio, la ropa puede que se ensucie menos porque no hay actividades al aire libre y las compras en el supermercado son más cortas», subraya el sociólogo.
LOS VIAJES, SUSTITUIDOS POR OCIO
Otra diferencia notable respecto a la muestra de 2013 es que la media de tiempo empleado en el hogar (descontadas las horas de sueño) se dispara hasta en cuatro horas diarias en la media semanal, con 12 horas y 49 minutos de permanencia en casa en tiempos de pandemia.
La hora y veinte minutos que se dedicaba de media al transporte y la movilidad, asimismo, se han reducido hasta los nueve minutos. Este tiempo, según subraya el investigador belga, ha ido a parar «mayoritariamente» a las actividades de ocio.
Atendiendo a los grupos de edad, tanto los encuestados jóvenes (de 18 a 24 años) como los mayores (de 65 a 75) emplean «más de una hora de media al día» en redes sociales y comunicación «online», «sustancialmente más que en 2013».
Finalmente, esta unión de las esferas del hogar y del trabajo, así como la concentración de las actividades de ocio pueden llevar a «problemas de tensión y estrés» dentro del ámbito familiar, algo que previsiblemente se irá relajando con las medidas de desconfinamiento.
(EFE)
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