Uruguay y Brasil acordaron este lunes poner en práctica «un tratado existente de monitoreo» binacional ante la crisis sanitaria y la llegada de casos positivos de COVID-19 a la ciudad de Rivera (norte de Uruguay), que es fronteriza con el gigante suramericano.
Así lo anunció en conferencia el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, tras hablar con su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro.
«Tuvimos una conversación para poner en práctica un tratado existente de monitoreo, de acción binacional sanitaria. Hemos recibido el visto bueno del presidente brasileño para aplicar este tratado», detalló.
Brasil, el segundo país del mundo con más casos confirmados de COVID-19, supera ya los 363.200 contagios y las 22.600 muertes. Pese a ello, Bolsonaro le ha restado importancia a la pandemia, llegando a calificarla como una «gripita».
El mandatario uruguayo dijo hoy que su país no puede decirle a Bolsonaro cuáles tienen que ser las medidas a aplicar para controlar la pandemia en Brasil y acotó que la conversación que mantuvo con él evidenció la «preocupación recíproca».
«La primera manera de tener una buena relación con Brasil no es diferenciar las políticas y si llega a haber una diferencia no voy a ser yo quien la establezca; el mundo necesita coincidencias y eso es lo que hemos buscado», apuntó.
Lacalle Pou viajó este domingo a Rivera ante el incremento de casos y las dos muertes registradas allí el fin de semana para reunirse con las autoridades del departamento (provincia) y analizar medidas.
Rivera tiene la particularidad de tener una vida binacional. Aunque Uruguay mantiene las fronteras cerradas, aquí -como en otras ciudades del litoral este- se mantiene una excepción, ya que los ciudadanos comparten vida con Brasil.
«Las medidas van a estar focalizadas en respetar la vida binacional, pero al mismo tiempo tratar de que desde Rivera no emigren focos, contagios, al resto del país», enfatizó el presidente.
La idea de las autoridades uruguayas es intentar reducir lo más posible el movimiento de personas de un país a otro y, por ello, van a instalarse cuatro puntos de control en los que estará presente el Ejército uruguayo, como forma de desestimular la movilidad.
Asimismo, anunció que en estos días se van a efectuar unos 1.100 test aleatorios en dicha ciudad para tener una noción más certera de cuál es la situación actual de este lugar.
Por otra parte, señaló que quedó suspendida la reapertura de clases para Rivera, prevista para este 1 y 15 de junio y, si bien no se prevé la clausura de establecimientos comerciales, la Intendencia de Rivera va a hacer inspecciones sanitarias.
Lacalle Pou también informó de que aumentarán los servicios sanitarios en esta zona del país, con más ambulancias, más camas de cuidados intensivos y se aumentará la capacidad de test en los departamentos fronterizos con Rivera.
«El uso de la libertad responsable nos va a ayudar a que estas sean las medidas, no tener que aumentarlas y poder así tratar de aplanar la famosa curva en la ciudad de Rivera», consideró.
En nuestro país, según datos oficiales, hay 769 casos positivos por COVID-19 y 22 fallecidos desde el 13 de marzo, cuando se decretó la emergencia sanitaria por la COVID-19.
(EFE)