El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, acudió este miércoles al Senado para asistir «como oyente» a la primera jornada de análisis, discusión y votación de la Ley de Urgente Consideración (LUC), eje de su campaña electoral, cuyo plazo de aprobación concluye el 7 de junio.
El mandatario, que no quiso hacer declaraciones, comentó que solo fue «como oyente» a presenciar el debate en la Cámara Alta sobre el conjunto de casi 500 artículos, considerado el proyecto estrella de su Ejecutivo.
El proyecto cuenta con el apoyo de los senadores del Partido Nacional (PN, centroderecha), el Partido Colorado (PC, centroderecha) y Cabildo Abierto (CA, derecha), formaciones de la «Coalición multicolor» que gobierna Uruguay desde el 1 de marzo y que también integran el Partido Independiente (PI, centroizquierda) y el Partido de la Gente (PG, derecha).
El Frente Amplio (FA), coalición de izquierdas que gobernó Uruguay de 2005 a 2020 y principal partido de la oposición, votó en contra del proyecto general, aunque sí apoyará varios artículos que fueron modificados en Comisión, anunció el senador Charles Carrera.
«No estamos de acuerdo con esta forma de legislar», denunció Carrera sobre el rótulo de Urgente Consideración del proyecto, que obliga al Parlamento a su tratamiento en un plazo inferior a 90 días.
El Ejecutivo envió el proyecto al Parlamento el 23 de abril y, desde entonces, la Comisión creada para su discusión recibió a unas 160 delegaciones, modificó 330 artículos -muchos de ellos por motivos formales o administrativos- y eliminó 35.
La LUC es un paquete legislativo de 476 artículos, entre los que se incluyen, entre otras, medidas de salud, educación, vivienda y seguridad.
Uno de los puntos más polémicos fue el relativo a la seguridad pública y la legítima defensa policial, sobre el que Carrera denunció que la ley «apuesta por implementar el uso de la fuerza irracional por parte del Estado».
Desde el FA también criticaron que la LUC no incluyera ninguna medida referente a la emergencia sanitaria que Uruguay vive desde el 13 de marzo por el coronavirus.
Por su parte, el senador del PN Gustavo Penadés aseguró que «todo el mundo que quiso criticar lo pudo hacer» y defendió la urgencia de los asuntos tratados en el articulado, que en más del 50 % fue aprobado por unanimidad en Comisión.
«El quietismo no va con nosotros», subrayó Penadés, quien negó que la LUC suponga una «marcha atrás en derechos adquiridos», como afirmó la oposición.
El Senado tiene hasta este domingo para aprobar el texto, tras lo cual será remitido a la Cámara de Diputados, que cuenta con 30 días para su discusión.
Después, volverá a la Cámara Alta para estudiar las modificaciones y, si se mantienen las diferencias, el proyecto pasa de manera automática a la Asamblea General, que cuenta con 10 días para su aprobación definitiva.
(EFE)
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