El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, consideró este lunes que la pandemia de COVID-19 «está poniendo a prueba la vigencia del Estado de derecho» y la capacidad de acción del multilateralismo.
«Las realidades que vemos en lo que llamamos nueva normalidad, son las brechas sociales, económicas y digitales que existen en el hemisferio, que afectan al funcionamiento de los sistemas democráticos», aseguró en un encuentro de presidentes de Asambleas Nacionales latinoamericanas, convocado por el Legislativo de Ecuador.
En la cita, de carácter virtual por la emergencia sanitaria, participaron una quincena de representantes de los Parlamentos del continente para coordinar acciones conjuntas de cara a la pos-pandemia.
El encuentro fue convocado por la Asamblea Nacional del Ecuador, el Senado de Paraguay, la presidencia del Grupo Latinoamericano y Caribe (Grulac), además de la Secretaría General de la OEA, para impulsar ejes comunes de acción que ayuden a los estados a salir hacia una «nueva normalidad».
Almagro valoró que la nueva normalidad ha evidenciado que la labor parlamentaria debe ser cada vez más dinámica, crítica y transparente en sus señalamientos.
«Cada Poder Legislativo debe fiscalizar acciones concretas del Estado en lo económico, lo social y en la política interna y externa», sostuvo.
Defendió además la inclusión de partidos políticos y organizaciones diversas que den voz a la expresión popular, un compromiso de la Secretaría General de la OEA para promover instituciones democráticas más eficientes y con mejores capacidades de actuación.
Aprovechó la oportunidad para lanzar la guía de «Parlamentos Conectados: Estrategias para la comunicación política de los poderes legislativos de Iberoamérica», elaborada con el Instituto de Derechos Parlamentarios de la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Oviedo y la Asociación Iberoamericana de Comunicación.
El presidente de la Cámara legislativa ecuatoriana, Cesar Litardo, recalcó que los «Parlamentos son vitales para fortalecer la democracia» y habló del papel de los organismos multilaterales a la hora de reprogramar y revisar los créditos otorgados a los países de la región a fin de «dar un respiro» y permitir la reactivación de las economías, severamente afectadas por el impacto de la pandemia.
El presidente del Congreso Nacional de Paraguay, Blas Llano, así como del GRULAC en la Unión Interparlamentaria, defendió que este momento no es diferente a otras crisis.
Citó como problemas urgentes de los parlamentos latinoamericanos el desempleo y los contagios por COVID-19.
«Nuestras sociedades están ávidas de respuesta ante esta pandemia», afirmó a la par que abogó por el establecimiento de un diálogo abierto y transparente con el que se llegue a acuerdos políticos plurales, «porque nuestros legislativos no son la «escribanía» de ningún poder ejecutivo».
Por su parte, la ecuatoriana Elizabeth Cabezas, presidenta de ParlAmericas, cree que «la pandemia nos pilló con las defensas bajas».
Recordó las previsiones de que los países de la región vean reducido su PIB en un 5,3 %, que 28.700 millones de ciudadanos entren en niveles de pobreza, y 9 millones en pobreza extrema.
«Este es un momento crítico que podemos ver como una oportunidad para hacer cambios estructurales», mencionó la expresidenta de la Asamblea de Ecuador.
Latinoamérica se ha convertido en las últimas semanas en nuevo epicentro de la pandemia de COVID-19, con más de un millón de casos, y junio va a ser crucial para frenar su avance la región, según destacó a Efe el experto de la Organización Panamericana de Salud (OPS) Marcos Espinal.
(EFE)
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