Por Sergio Marín Lafuente
Con el invierno llamando a la puerta en el hemisferio sur, el sentimiento de solidaridad resurge entre los uruguayos, que, por medio de diferentes iniciativas, donan prendas que sirven tanto para arropar como para llenar los estómagos de quienes más los necesitan.
La llegada del coronavirus SARS-CoV-2 a Uruguay se hizo pública el 13 de marzo, cuando se dieron a conocer los primeros cuatro positivos, y ONGs como Nuestra Respuesta, que organiza merenderos y donaciones para personas vulnerables, comenzaron a sentirse «desbordados» ante el empeoramiento de su situación, explica a Efe su vicepresidenta, Mariana Méndez, por lo que decidieron montar un perchero solidario que transformara la ropa en canastas alimentarias.
Por otro lado, un grupo de uruguayos vinculados al mundo textil empezó a temer qué pasaría cuando llegara el invierno al país, y la humedad típica de esta estación en Uruguay calara los huesos de los más desprotegidos, relata a Efe Santiago Aldabalde, coordinador de Arropá Uy, un ropero gigante humanitario.
EL INVIERNO, NUEVA AMENAZA PARA LOS MÁS VULNERABLES
«Clasifica, lava, empaqueta y arropa» es el lema con el que trabaja Arropá Uy, una iniciativa solidaria que surgió en Uruguay para abrigar a los que más lo necesitan con vistas a un invierno agravado por la COVID-19.
Organizado como si de una empresa se tratase, Arropá Uy ha estado acudiendo a casa de los donantes a buscar la ropa para trasladarla a sus centros de acopio, donde queda perfectamente clasificada, facilitando la distribución.
El único requisito, indica el coordinador, es que las prendas se encuentren en buen estado.
«La ropa en general sobra en los guardarropas de las casas. Lo que nos importa es que esté en condiciones, que sea digna», remarca Aldabalde.
Para su entrega, Arropá Uy trabaja con organizaciones sociales que conocen las necesidades de la gente en situación de vulnerabilidad y, de esta manera, reciben exactamente lo que precisan. Un pedido a medida.
«Imagínate, preparas ropa de niños chicos y la familia tiene adolescentes, o preparas ropa de mujer y es un asilo de ancianos que por ejemplo nos piden ropa grande (…) Hay mucha especificidad en las necesidades que tiene la gente y en la forma que tenemos que entregar la mercadería», incide el coordinador de Arropá Uy.
ROPA QUE ALIMENTA
El coronavirus no sólo afectó a la salud de los uruguayos, sino también a su economía, con cientos de miles de personas afectadas por el seguro de paro o la merma en sus ingresos, por lo que surgió la necesidad de llenar estómagos vacíos.
«Hay muchas personas que quedaron en una situación muy complicada, sin empleo», denuncia la vicepresidenta de Nuestra Respuesta, ONG que pide a la gente que done ropa para su perchero solidario.
Estas «boutique» solidarias se colocan en comercios de barrio, explica Méndez, de manera que la gente pueda acudir a comprar o donar ropa mientras se aprovisiona para casa y evitar así más desplazamientos.
Por medio de las ventas de estas prendas, a un precio simbólico de 20 pesos (0,46 dólares), la ONG obtiene ingresos para las canastas que entregan a gente en situación de calle o vulnerabilidad, explica Méndez, que cuenta que, en muchas ocasiones, los «clientes» aportan más dinero a la causa.
«Hay championes (zapatillas) que están impecables, que tienen muy pocos usos, y a veces dicen que 20 pesos no, por unos championes, no, yo te doy 50 (1,15 dólares). La gente colabora a veces solo por el hecho de verlo y no llevarse ninguna mercadería, es fantástico», destaca Méndez.
Con este perchero consiguen ayudar a diferentes colectivos, pero Méndez insiste en cuidar a las personas sin hogar, pues «viven trasladándose, en lugares diferentes donde no se puede hacer un seguimiento si no estás realmente acompañándolos».
SOLIDARIDAD EN TIEMPOS DE CRISIS
Aunque la COVID-19 complicó la situación económica en todo el mundo, logró despertar una «sensibilidad» que lleva a mucha gente a preocuparse más por los demás, asegura Méndez.
Si antes estaban «desbordados» por la gran cantidad de personas a ayudar, aclara la vicepresidenta de la ONG, ahora, por suerte, son muchos los vecinos que acuden a donar y los comerciantes que quieren armar un perchero solidario en su negocio.
De igual manera, Arropá Uy -que decidió este sábado terminar la fase de admisión de ropa- ha recibido en menos de tres meses unas 70.000 prendas de miles de personas que vaciaron sus armarios para abrigar a los demás.
Además, rostros conocidos del país como el exfutbolista y hoy entrenador del Peñarol Diego Forlán o el músico Rubén «Negro» Rada han aportado su granito de arena apoyando la iniciativa de Aldabalde en redes sociales.
Así, el invierno uruguayo será menos duro para los que más lo sufren.
(EFE)
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