América Latina y el Caribe deben esperar para reabrir su economía o hacerlo de forma paulatina para evitar un rebrote. Así lo advierte el director del Departamento de Enfermedades Transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Marcos Espinal, en una entrevista con Efe.
Casi tres meses después de confirmar la primera muerte por el coronavirus SARS-CoV-2, la región, que el funcionario recordó es la «más inequitativa del mundo», es el nuevo epicentro de la enfermedad, con más de 1,3 millones de casos, aunque aún por debajo de Estados Unidos, que con dos millones de contagios y 113.000 muertos lidera las estadísticas mundiales.
En un repaso a la situación de Latinoamérica, una zona habitada por alrededor de 620 millones de personas, el delegado de la OPS pidió no generalizar sobre el estado de la pandemia en Brasil, manifestó su preocupación por el caso de Nicaragua y alertó sobre el peligro que la enfermedad representa para la empobrecida Haití.
Pregunta : ¿Cómo ve la OPS la situación de la pandemia en la región?
Respuesta: La situación es delicada. Somos el epicentro de la pandemia. En este momento, la región es la que más casos está aportando y tenemos países muy afectados, todos están afectados, pero tenemos unos más que otros; entonces, principalmente Brasil que es el segundo en el mundo. Tenemos también Perú, Chile (…). Las islas del Caribe están un poco menos afectadas, han tenido más conglomerados de casos y casos importados, pero son islas pequeñas y también son islas que tomaron medidas a tiempo, por ahí están un poco mejor.
Pero luego en la América continental, en Sudamérica y Centroamérica, la situación es todavía muy delicada. Usted sabe que hay 7 millones de casos ya en el mundo, hay más de 400.0000 muertes.
P: En el caso específico de Nicaragua, por ejemplo, ¿cómo están ustedes observando la situación? Porque es un país que está causando preocupación dado que el Gobierno no está recomendando a la población las medidas de distanciamiento social que se han venido difundiendo en los distintos países.
R: Lo que estamos viendo en Nicaragua es que la situación ha ido en aumento, estamos estimulando al país a que continúe trabajando con la OPS. En las últimas semanas se ha visto un aumento del número de casos y la situación es delicada, porque si se asume el protocolo de inmunidad de rebaño, usted ha visto lo que pasó en Suecia, que ha habido más muertes que en otros países escandinavos, por ejemplo, y han admitido que fueron demasiadas muertes.
Entonces, si Nicaragua de facto decidió asumir la inmunidad de rebaño, creo que puede ser un grave problema. La OPS está lista para trabajar con Nicaragua y para asegurar que se minimice el impacto de la epidemia en dicho país y las muertes, que hay que evitar al máximo posible.
P : Ahí el punto es que hay un conteo oficial, pero hay organizaciones que están haciendo su propio conteo y es casi el triple de lo que el Gobierno está diciendo.
R : Así es. Ya la directora de la OPS (Carissa Etienne) se refirió públicamente al caso de Nicaragua, a la necesidad de que acelere las medidas, de que reporte los datos y todo esto. Han ido reportando poco a poco, pero realmente los estimados sugieren sí que, según otras organizaciones, el número de casos es mayor.
Ahora bien, todos los países del mundo no tienen el número de casos real. Lo que pasa es que en el caso de Nicaragua puede ser mayor el número de casos de lo que se reporta, claro está. Porque tampoco han reportado los test que hacen, las pruebas. Entonces, si no sabemos el número de pruebas que se hacen diagnósticas, si no conocemos esto, no vamos a tener una clara realidad de lo que está pasando, de la situación.
La OPS estimula y la OPS dice que todo el mundo reporte lo que hace, porque eso lo que ayuda es a la gente a dar mejor información. La falta de reporte crea más «fake news» (noticias falsas), crea más situaciones delicadas y entonces la situación es muy delicada.
P: En el caso de Brasil, con una situación realmente complicada, más de 800.000 casos y más de 40.000 muertes, ¿qué llamado hacen ustedes?
R: Brasil no es, en términos de tasa y per cápita, no es el más afectado; en términos absolutos, sí. Yo siempre digo a la prensa que no es bueno generalizar con Brasil, porque hay estados donde la prevalencia es muy baja. Universidades prestigiosas de Brasil han hecho estudios serológicos y, por ejemplo, Florianápolis con 0,5 % de serología comparado a Manaos, por ejemplo, con 13 %.
Claro, hay lo que se llama «hot spot» en Brasil, puntos calientes, como Río, Sao Paulo, Manaos. Entonces, es una situación sensitiva y delicada, donde los gobernadores están implementando medidas porque en Brasil, como es federal, igual que Estados Unidos, los gobernadores tienen potestad para implementar medidas y en muchos estados se están implementando medidas.
En Brasil, la recomendación es que se continúe haciendo, implementando, el paquete de medidas. Abrir muy temprano puede ser también desastroso, pero entendemos los problemas de la economía.
P: Río retrocedió.
R: Claro, es un mensaje: que esperen un poquito de tiempo. Por ejemplo, junio es un mes complicado, porque estamos en el medio del pico, del epicentro y todo esto. Y cuando se vaya a abrir, (hay que) sentar en la mesa de negociaciones a la gente de finanzas y economía con la gente de salud pública. Cada país decide y es soberano y nosotros respetamos eso.
El mensaje es abrir paulatinamente y por fases y tener un sistema que permita hacer diagnósticos masivos y que permita también el ‘tracking’ (seguimiento) o el ‘trace’ (rastreo) para buscar a los contactos de esos positivos y poder autoaislarlos o aislarlos, o recomendarles que se autoaíslen, porque es lo único que va a aplanar la curva, como dicen. Pero Brasil es un país grande y generalizar es un poco complicado.
P: ¿Ustedes prevén para los próximos meses algún repunte para la región?
R: En el sur, por ejemplo, viene el invierno. En Argentina, en Chile, en Brasil. Y en los inviernos la gente pasa más tiempo en las casas, y en los inviernos se ven los virus gripales más fuertemente la influenza, el flu (gripe).
Lo que se prevé es que quizás esto se va a convertir en una enfermedad estacionaria y hasta que no tengamos la vacuna no vamos a poder (atajarla), tendremos que seguir viviendo con la nueva normalidad, como decimos.
P: El caso Haití, ¿cómo lo está viendo usted?
R: Otro caso muy delicado. La directora también se refirió en una de sus ruedas de prensa a Haití, incluso llamó la atención de la necesidad de crear una coalición internacional para ayudar a Haití ante la posibilidad de que estuviéramos frente a un desastre humanitario o de que se cree un desastre humanitario.
Haití hace todavía pocas pruebas, está tratando. Está trabajando con nuestras oficinas, también con las oficinas de la ONU, pero es un país muy pobre, es un país con muchos problemas, también problemas políticos (…) Pero es una situación que hay observar cuidadosamente.
(EFE)
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