El expresidente José Mujica (2010-2015) destacó este martes el buen papel del Gobierno de Luis Lacalle Pou para contener el avance de la COVID-19, ya que actuó a tiempo y no se confió de la enfermedad como lo hicieron otros países de la región.
Así lo afirmó a la prensa en una jornada especial en la que regresó al Senado tras la excedencia que pidió a mediados de marzo para permanecer confinado en su finca junto a su esposa, la exvicepresidenta y también senadora Lucía Topolansky, por ser ambos población de riesgo de contraer el coronavirus.
En este sentido, el senador, de 85 años, subrayó que el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional , estuvo bien ya que «se movió a tiempo» y tomó las medidas apenas conocidos los cuatro primeros casos positivos el pasado 13 de marzo, cuando declaró la emergencia sanitaria.
«Hizo lo que no hicieron otros Gobiernos que dijeron ‘esto es una gripecita’ y acá el tiempo en las medidas es claro. Después somos un país vacío también, de muy poca gente y creo que eso también ayuda», afirmó.
Junto a la gestión del Gobierno, el líder opositor resaltó el comportamiento de los uruguayos «sobre todo en los primeros 45 días» que se cuidaron, respetaron el aislamiento y cumplieron las exhortaciones de cuarentena voluntaria, aunque después se aburrieron y comenzaron a salir.
Mujica consideró que «el único reproche» que tiene para hacer a las autoridades es que, según él, desatendieron a las personas con menores recursos que hoy están sin trabajo, tienen que comer en ollas populares y no se sabe qué ocurrirá con ellos cuando comience la nueva normalidad.
Sobre estos casi tres meses en los que tuvo que quedarse resguardado en su casa, dijo que «la pasó bárbaro» y aprovechó el tiempo de descanso para cocinar «con la patrona», en alusión a Topolansky.
Ambos se encerraron en su chacra (casa de campo) el 17 de marzo con un cartel en la entrada que avisaba de que no podían «recibir a nadie».
«EL SENADOR MUJICA NO PUEDE RECIBIR A NADIE DEBIDO A UNA DEBILIDAD INMUNOLÓGICA (sic)», rezaba el texto en pintura roja sobre un modesto cartel blanco enmarcado en madera.
Sin embargo, dijo que ya era necesario dar el paso de retornar al Parlamento y que, por ahora, seguirá yendo mientras la situación sanitaria siga controlada.
«No solo tengo el problema de la edad, el problema es que tengo una enfermedad inmunológica crónica e incluso si mañana hubiera una vacuna no me puedo vacunar, entonces tengo que andar desconfiado como caballo tuerto. Por eso ando con bastón, porque no voy a usar ascensor, voy a andar por la escalera», concluyó.
(EFE)
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