El Dr. Jorge Mota candidato a la Intendencia de Colonia por el Frente Amplio reflexionó sobre la escuela y la alimentación, destacando que los niños uruguayos a la escuela no sólo van a aprender matemática sino también se aprende a comer.
«Sin distinción de clases, los comedores escolares aseguran que nuestras niñas y niños reciban los nutrientes adecuados a su crecimiento y desarrollo. A la Escuela no sólo van a aprender matemática, historia o biología. En la Escuela también se aprende a comer. Se enseñan hábitos de lavado de manos, de cepillado de dientes, de respeto a los horarios, de cuidado de los unos por los otros, del valor de compartir. Más allá de la comida para quien no la tiene en suficiente cantidad y calidad en su casa, en los comedores escolares se incorporan hábitos que mejoran la salud y la convivencia,» explicó el candidato frenteamplista.
Malnutrición
Mota reconoció que en Uruguay «tenemos un grave problema con la malnutrición. Esto incluye comer poca cantidad, pero también comer mala calidad. Los huesos de un esqueleto en crecimiento, los músculos que los mueven, las vísceras que los necesitan y el cerebro que se abre al conocimiento, precisan energía, vitaminas, minerales, proteínas y carbohidratos que aportan las verduras, frutas, harinas y cereales, carnes, lácteos y huevos. Esa sopa que en casa cuesta incorporar, en la Escuela se recibe con apetito y con agrado. Esa polenta, ese guiso, esa fruta que en su hogar recibe protestas, en el comedor es bienvenida y deseada. Se incluye la obvia necesidad cubierta por el agua en lugar de las perniciosas gaseosas.»
Sin diferencias de clase
Los comedores escolares enseñan a compartir. La niña o el niño que en su casa cuenta con los medios para incorporar las calorías suficientes, en la Escuela se alimenta junto a sus compañeros de clase…sin diferencias de clase. Resulta increíble escuchar que algunos dirigentes hacen cuentas para ahorrar dinero… ¡desde los comedores escolares!»
Esta postura revela una mirada absolutamente superficial que no valora lo que la Escuela aporta en valores y en nutrición saludable, incluso para aquellos que cuentan con el dinero para pagarse un almuerzo o una merienda,» analiza Mota.
Finalmente Mota realiza un análisis como pediatra » y entendiendo la Salud como su bienestar físico, mental y social (OMS, Alma Ata 1978), reivindico al comedor escolar universal, sin distinción de clase o condición. Y…si la única mirada es la del costo de la comida para nuestros niños, podrían hacer el cálculo de cuánto ahorramos en gastos de enfermedad por alimentarse con los nutrientes adecuados. Y cuánto ahorramos en violencias desde el aprendizaje de compartir el pan, el arroz y el agua desde los primeros años de la vida. Seguramente sea un valor que contribuya a que, cuando crezcan, sean adultos más sanos y sensatos que algunos de los que hoy pretenden recortar este Derecho,» finaliza
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