Uruguay apuesta por una integración «mercorrealista» del bloque

EFE/Nathalia Aguilar

Por Noelia F. Aceituno

Un martillazo a distancia del presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y su apuesta por el «mercorrealismo» marcó este jueves la asunción de su Gobierno a la presidencia de Mercosur tras un primer semestre en el que Paraguay tuvo que sacar adelante una agenda marcada por la llegada del coronavirus a la región.

Lacalle Pou y los presidentes de Argentina, Alberto Fernández, y de Brasil, Jair Bolsonaro, felicitaron a su homólogo paraguayo, Mario Abdo Benítez, la gestión durante la pandemia, en una cumbre del bloque por videoconferencia, y coincidieron en que el futuro del Mercosur pasa por una mayor integración.

El primero en apelar a esa cohesión interna de los cuatro miembros fue Abdo Benítez, quien también agradeció a sus colegas el apoyo para que el Mercosur mantuviera un funcionamiento relativamente normal, a pesar de las restricciones.

«Tenemos que repensar la integración desde la lucha del COVID y el periodo pospandémico, aprendiendo de las experiencias para generar respuestas cercanas a futuro», expresó en su discurso de despedida en esta cumbre virtual.

Por su parte, Fernández habló de trabajar «más juntos que nunca» y dar respuesta a un Mercosur que impone «un destino común».

Además hizo hincapié en las desigualdades sociales que acarreará la pandemia, una situación que reta a los gobernantes a encontrar respuestas para «construir un mundo más equilibrado».

Al igual que Fernández, Lacalle Pou apeló a un Mercosur más social y «de la gente», aunque para él ese beneficio pasa por potenciar los acuerdos comerciales y el posicionamiento internacional.

«Uruguay, una vez más, apuesta al Mercosur, al Mercosur real, no al Mercosur de papel. Un Mercosur que actúe», manifestó Lacalle Pou.

El brasileño Jair Bolsonaro no apeló tanto a la integración como a la «reestructuración interna del Mercosur» y señaló como puntos clave en la agenda la revisión del Arancel Externo Común (AEC) y el avance hacia la liberalización de los sectores azucareros y automotriz.

Bolsonaro, al frente del país que se ha convertido en epicentro del coronavirus en América Latina, apenas hizo alusiones a la pandemia y a los desafíos que supone.

«Uno de ellos es conjugar la protección de las personas con el imperativo de reactivar la economía», repitió, como viene haciendo en sus declaraciones y decisiones.

MERCORREALISMO

Además de esa integración, Lacalle Pou expuso a sus homólogos las prioridades de la agenda uruguaya para los próximos seis meses,invitando a repensar su proyecto común, a punto de cumplir 30 años de existencia, y a dejar de lado las diferencias ideológicas para poder perfeccionar el proyecto.

«No hay que ser ni mercopesimistas ni mercoptimistas. Creo que debemos ser mercorrealistas y, para ser mercorrealistas, tenemos que sincerar las relaciones entre nuestros Estados», advirtió.

Para Lacalle Pou, el sinceramiento interno del bloque implica mejorar las infraestructuras, la conectividad y el mercado aduanero, mientras que el exterior apuesta por el multilateralismo.

En este sentido, mandó un mensaje a los países «más grandes» ante el riesgo de que puedan «derivar inconscientemente en el proteccionismo».

El uruguayo marcó como bases del próximo semestre su intención de suscribir los acuerdos con la Unión Europea (UE) y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), y de avanzar en negociaciones con otros países.

«China ha formalizado la vocación de profundizar las relaciones con el Mercosur. Creo que hay una especie de omisión de nuestro bloque de responder adecuadamente esta formalidad», subrayó.

Dentro del Mercosur, el país que más reticencias muestra hacia el gigante asiático es Paraguay, que mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán, considerada una provincia rebelde por China.

Tras la cumbre, el canciller de Paraguay, Antonio Rivas, comentó en una conferencia de prensa que «no hay cuestionamiento alguno, es una gran oportunidad».

PRESENCIA INTERNACIONAL

Durante la cumbre también participaron los presidentes de los Estados asociados y el alto representante de la UE para los Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

El presidente de Colombia, Iván Duque, al igual que hizo Bolsonaro, introdujo las críticas hacia el Gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro y llamó a respaldar «un Gobierno de transición amplia» para lograr «el fin de una dictadura».

Por su parte, la presidente interina de Bolivia, Jeanine Áñez, se refirió al Mercosur como «uno de los procesos de integración más importantes no solo de la región sino también del mundo», al que su país sigue esperando adherirse.

(EFE)

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