Sin duda, la reacción más esperada era la del presidente Luis Lacalle Pou, quien afrontó este jueves la cumbre de mandatarios -que se celebró de manera virtual por la COVID-19- sin su ministro de Relaciones Exteriores al lado.
Después de que ayer no se manifestara al respecto, el mandatario dijo a la prensa tras la reunión regional que prefería mantener silencio.
«Como quiero a la actividad política y de Gobierno, las respeto y las trato de hacer con honor, muchas veces hablo cuando creo que tengo que hablar y otras tantas callo cuando creo que tengo que callar. Y ese es mi mejor aporte que puedo hacer hoy al país o al Gobierno», expresó.
No obstante, insistió en que tiene «el mejor» pensamiento sobre Talvi, quien permaneció cuatro meses al frente de la Cancillería, y reconoció que en su precipitada salida «se mezclan cuestiones políticas y personales».
La forma en que Talvi se despidió, apenas 24 horas antes de que Uruguay iniciara la presidencia pro tempore del Mercosur y mediante una carta, en la que aludía -sin nombrar- a la elección ya hecha de su sucesor, Francisco Bustillo, y adelantada este martes por la prensa uruguaya, fue el final de una serie de desencuentros entre el ya excanciller y el mandatario.
Por su parte, Robert Silva, presidente del Consejo Directivo Central de la Educación Pública (Codicen) y excompañero de Talvi en la candidatura del Partido Colorado (PC, centroderecha) para las elecciones de octubre de 2019, no ocultó a Efe su «sorpresa» por esta decisión.
«Me tomó con mucha sorpresa. Yo me enteré por los medios de prensa y creo que es una decisión que estará enmarcada en el proyecto que él habrá establecido. Yo creo que a nosotros nos queda mucho por hacer en la construcción de un Uruguay diferente», señaló.
Ningún miembro del gabinete de Lacalle Pou se ha pronunciado sobre la salida de Talvi. Solo el ministro de Turismo, Germán Cardoso, también del PC, calificó este miércoles la renuncia de «acto personalísimo, meditado por él».
«Desearle la mayor de las suertes en el rumbo que ha tomado, del mismo modo que estamos dispuestos a trabajar desde el día uno con el canciller entrante en todo lo que tiene que ver con la promoción del país», agregó.
Dos políticos del Frente Amplio, la coalición de izquierda que gobernó Uruguay entre 2005 y 2020, también habían expresado su sorpresa este miércoles al conocer la noticia.
El expresidente uruguayo José Mujica (2010-2015) se mostró «sorprendido con un canciller que funcionaba bien, que tiene reconocimiento público» en alusión a Talvi.
El presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales del Parlamento, Daniel Caggiani, declaró que el cambio de cancilleres ahora es un «papelón internacional» que «genera mucha preocupación y no le hace bien al Uruguay».
Talvi ha sido una de las figuras más relevantes de un Gobierno marcado por la pandemia.
En estos 4 meses, ha sido el ministro mejor valorado según las encuestas, gracias a las repatriaciones de uruguayos desde todo el mundo y los corredores humanitarios, organizados para que viajeros internacionales de paso por Uruguay retornaran a sus países, con un recuerdo especial para los pasajeros del «Greg Mortimer», buque australiano cuyo rescate dio la vuelta al orbe.