La empresa marítima rioplatense Buquebus presentó este jueves el laboratorio para detectar casos de COVID-19 en sus pasajeros a bordo del principal barco de la compañía, el Francisco -cuyo nombre homenajea al papa-, y así evitar que viajen personas con test positivos entre Argentina y Uruguay.
Así lo anunciaron representantes de la empresa durante una exhibición a la prensa de las instalaciones del laboratorio.
En este sentido, el capitán de armamento, Javier Santomé, detalló a la prensa que el 3 de julio se implementó la primera etapa y en esta semana se culminaron los protocolos que funcionarán con «medidas espejo» entre Uruguay y Argentina
«A partir de mañana en la frecuencia habitual los pasajeros que viajen a Argentina van a ser hisopados en la terminal y en el laboratorio se van a procesar los resultados. Una vez que se sepa si son Covid positivo o negativo se procederá al embarque en caso de que sean negativos», explicó.
Como los test se hacen antes de subir al barco, los pasajeros deberán presentarse en la terminal al menos tres horas antes para que se puedan hacer los hisopados y el debido procesamiento en el barco. Todos los pasajeros que tengan resultado positivo no podrán embarcar.
Según Santomé, esto posiciona a Buquebus «como la única empresa en el mundo» que hace algo de este estilo.
En el estreno de este nuevo sistema, que será este viernes, viajarán unos 40 pasajeros de Montevideo a Buenos Aires y unos 160 desde Buenos Aires a la capital uruguaya.
Como las fronteras de ambos países están cerradas a causa de la emergencia sanitaria por el coronavirus, los únicos que pueden viajar son los ciudadanos de cada país o residentes.
De momento, el hisopado no tiene costo pero Santomé ya adelantó que es probable que más adelante se incorpore su valor al valor del pasaje.
Por su parte, la bioquímica clínica y directora técnica del laboratorio AtGen, Sofía Tedesco, sostuvo a la prensa que la primera etapa de testeos que se hizo a bordo del barco días atrás «fue una prueba de fuego» y culminó como un éxito ya que pudieron probar los equipos de PCR en el mar y todos los resultados fueron negativos.
«Los pasajeros estaban súper agradecidos porque en Argentina no tenían la oportunidad de hacerse los hisopados entonces tenerlos a bordo fue una ventaja muy grande para ellos», narró.
Con respecto a la eficacia de estos controles, Tedesco detalló que el test marca que en ese momento la persona que da negativo no tiene la enfermedad pero no significa que no la esté incubando, por lo que una semana después puede volverse positivo.
«Lo importante de esto es que al ser negativo la capacidad de contagio es muy baja. Estamos minimizando el riesgo de contagios», concluyó.
(EFE)