Este martes 14, el INAU, con apoyo de Unicef, relanzó la campaña “No hay excusas”, a fin de visibilizar la explotación sexual de niños y adolescentes. La idea es que la sociedad desnaturalice estas acciones y asuma una postura condenatoria. En el acto, la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, afirmó que “en este tema todos tenemos arte y parte, porque tiene que ver con qué clase de sociedad estamos construyendo”.
El evento se llevó a cabo en la sede central del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) y participaron, además de Argimón, el presidente de la institución, Pablo Abdala, sus directores, Aldo Velázquez y Natalia Argenzio, el representante del Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia (Conapees), Luis Purtscher, y la representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Luz Ángela Melo.
En la campaña de comunicación se explica que se trata de un delito, se traslada la responsabilidad a los adultos y se exhorta a denunciar este tipo de faltas a la línea 100. El objetivo es generar conciencia entre potenciales “clientes” sobre su rol de explotadores sexuales al utilizar niños y adolescentes en actividades sexuales, eróticas o pornográficas a cambio de algún tipo de retribución.
Mediante esta campaña también se busca desarticular mitos en torno a esta problemática e invalidar argumentos justificativos de una conducta delictiva. En ese sentido, se enfatiza en que la edad, vestimenta o apariencia del niño o adolescente no validan ni justifican tales conductas.
En el acto, Argimón indicó que “el compromiso no solo tiene que ser del Estado, sino de una sociedad que debe denunciar y estar comprometida con esa denuncia” y afirmó que, “en este tema, todos tenemos arte y parte, porque tiene que ver con qué clase de sociedad estamos construyendo”.
Por su parte, Abdala explicó que la institución trabaja en la temática en territorio, con equipos itinerantes en todo el país. Añadió que se debe fortalecer el accionar en relación a la denuncia del hecho ante la Justicia y la Fiscalía General de la Nación, “ni bien se sospeche de la más mínima insinuación, indicio o elemento de convicción de que una situación de explotación está aconteciendo en algún lado”.
El jerarca aclaró que se debe resguardar a la persona sometida a una situación de este tipo, para no caer en la revictimización. Asimismo, remarcó que en el primer cuatrimestre del año se constataron 63 casos, cifra que supera la mitad de la totalidad de los que el Conapees atendió el pasado año.