Con un récord de 730.000 estudiantes conectados a cursos desde casa por la pandemia, el Plan Ceibal uruguayo despierta un interés global que explora el potencial de las plataformas tecnológicas en el ámbito educativo desde una nueva mirada.
Así lo destaca en una entrevista con Efe el presidente del Plan Ceibal, Leandro Folgar, quien señala que, de la mano de la crisis sanitaria se ha comenzado a reevaluar la importancia de contar con herramientas tecnológicas que apoyen y sostengan el nivel de aprendizaje ante el cierre de los centros educativos.
UNA NUEVA MIRADA
Si bien apunta que el desarrollo de plataformas como las que ofrece Plan Ceibal -programa que bajo el modelo «Un portátil por niño» creó una red de recursos digitales para escuelas y liceos públicos- ya venía creciendo en el mundo, Folgar señala que la crisis hizo más visible su importancia.
«Era un proceso que estábamos viviendo, pero sin duda no a la escala que lo estamos viviendo ahora o con la perspectiva en la que la gran mayoría de las personas lo entienden ahora», puntualiza.
En ese sentido, el magíster en Tecnología, Innovación y Educación por la Universidad de Harvard sostiene que la clave está en que se ha «redirigido» la narrativa en torno al tema y ya no se trata solo de contar con dispositivos sino de «un círculo virtuoso entre la tecnología, el docente y los aprendizajes» en pro de los estudiantes.
«Lo más interesante creo que es que no hay una oferta educativa a distancia y una presencial sino que hay o tiene que haber una gran oferta educativa a la que se acceda por múltiples medios que tienen que ser tan variados y potentes como sea posible para cada uno de los contextos», resalta.
En ese sentido, para Folgar, que asumió el rol de presidir el Plan Ceibal apenas 11 días antes de que se declarara la emergencia sanitaria y el cierre de centros educativos en Uruguay el 13 de marzo, el programa tuvo en este período un rol estratégico.
Previo al cierre de centros, el Plan Ceibal, que otorga un portátil a cada estudiante de Primaria y Secundaria y capacita a los docentes en el manejo de la tecnología, contaba ya con un conjunto de plataformas y materiales de apoyo que fueron vitales para mantener los estudios.
SOSTENER LOS APRENDIZAJES
Según Folgar, un aspecto fundamental era mantener el vínculo entre estudiantes y centros educativos para mitigar el impacto en los cursos, que en Uruguay comienzan en marzo.
En concreto, el presidente de Ceibal indica que se concentraron las actividades en una plataforma del plan, «CREA», y se cuadruplicó la capacidad de servidores para que no se interrumpiera el servicio, que llegó a una cifra récord al escalar de 90.000 a 730.000 usuarios activos.
Asimismo, se procedió a lanzar «Ceibal en casa», un programa especial para hacer frente a las dificultades de la pandemia, que implicó la entrega de nuevos dispositivos, ya que las redes de conexión gratuitas instaladas en los centros educativos quedaron fuera de juego.
El énfasis del programa, que se propuso entregar 100.000 dispositivos en tres meses para alcanzar a los estudiantes sin acceso, estuvo puesto así, según Folgar, en la infraestructura, la facilitación de contenidos y el acompañamiento de estudiantes, docentes y familias.
En este proceso, el experto destacó el trabajo de los 9.000 docentes que se inscribieron en las plataformas y de los cuales, según una encuesta del programa, un 92 % aprobó la disponibilidad de cursos y el apoyo durante el período sin clases presenciales, que fueron retomadas en su totalidad el 29 de junio.
RECONOCIMIENTO FUERA DE FRONTERAS
El trabajo de «Ceibal en casa», que contó con el apoyo de la Administración Nacional de Educación Pública uruguaya (ANEP), fue resumido en un artículo publicado por la Fundación Ceibal que destaca la transformación de un programa basado en clases presenciales en «una solución de aprendizaje a distancia íntegramente digital».
El análisis fue incluido en la serie «Continuity Stories», de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard, el Banco Mundial y la organización no gubernamental finlandesa HundrED.
En él se destaca que el acceso a los recursos educativos en línea del Plan Ceibal aumentó un 2452 % en marzo de 2020 en comparación con el mismo mes en 2019 y que el 98 % de los docentes de las escuelas públicas enviaron tareas domiciliarias a sus estudiantes.
Cuestionado sobre los logros, Folgar opinó que le resultó gratificante observar que lo que fue una solución para hacer frente a la crisis haya llegado a sostenerse una vez retomadas las clases y expresó que espera que otros países puedan implementar programas de este tipo.
«Cada país tiene la posibilidad de, con las herramientas disponibles, lograr esta combinación para un sistema combinado de aprendizajes poniendo a disposición las tecnologías disponibles. Lo clave es trabajar en equipos multidisciplinarios y con soluciones que se sostengan», concluye.
(EFE)
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