Por Carlos Fariello Gamarra
Alemanes, muchos de ellos adherentes al nazismo, convivieron con los orientales en Rincón del Bonete, sobre el Río Negro, en el departamento de Tacuarembó, durante el período que llevó la construcción de la represa hidroeléctrica que hoy lleva el nombre de Gabriel Terra, entre 1937 y 1945.
La escuela de esa localidad supo tener por unos años a su frente el pabellón uruguayo y también la bandera con la svástica.
El surgimiento del nazismo en Alemania, el triunfo electoral de Hitler y su consolidación como líder de la nación germana, tuvo su proyección en otras partes del mundo, sobre todo allí donde había colonias de inmigrantes alemanes.
Se sabe del envío de militantes de la causa nazi a realizar tareas proselitistas en esas colonias y concitar la adhesión de los naturales de los países que visitaban.
En la década de 1930 han sucedido varios hechos histórico – políticos importantes en el país, el más destacado, es el golpe de Estado del 31 de marzo de 1933, que produce un quiebre en la vida institucional, y que estuvo encabezado por el Dr. Gabriel Terra
La piedra fundamental de la obra hidroeléctrica se coloca el 18 de mayo de 1937, y será inaugurada el 21 de diciembre de 1945, en la oportunidad Hitler envía al gobierno uruguayo un saludo mediante un telegrama que luego Terra contesta. Nótese que el período de construcción de la obra es casi paralelo con el correspondiente al desarrollo de la guerra.
Existió una relación estrecha en el ámbito diplomático y comercial entre el gobierno de Terra y el régimen alemán, sobre todo en los aspectos concernientes a la concreción de la obra de construcción civil sobre el Río Negro.
En el año 1933 se logra arribar a un acuerdo comercial con el III Reich lo que facilitará futuras negociaciones sobre el emprendimiento citado.
En 1938, y en el marco de esta “amistad” el Führer condecora a los doctores Echegoyen y Espalter, quienes se habían desempeñado, el primero como ministro de Obras Públicas, y el segundo al frente de las Relaciones Exteriores, con el “Águila de Oro”
En 1937, se comienza con la construcción de la torre para el faro por parte de la empresa alemana y el equipamiento del mismo corresponde a la firma francesa Barbier Bernard & Turenne.
El citado faro se pensó como una ayuda a la navegación aérea de los vuelos en la región de aviones de la empresa Aeropostale, de origen francés, precursora de Air France. El faro se cree que estuvo operativo en Pando y luego fue montado en Rincón del Bonete.
La construcción de referencia tiene una altura de 22,5 metros, y en total se eleva en el terreno a 107 metros sobre el nivel del mar.
Actividades nazis en Uruguay
Antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial en la región rioplatense comenzaron a aparecer algunos tímidos focos que se identificaban con esta ideología, por ejemplo, en el año 1931 y con la orientación de Julius Dalldorf, en ese entonces director de la sección prensa de la embajada de Alemania en el Uruguay, se funda el Partido Nacional-Socialista del Uruguay.
Dalldorf era el referente que coordinaba con otros jefes de diferentes secciones de la organización, como por ejemplo mujeres, beneficencia, instrucción, etc, se denominaba “Gauletier”, un pequeño Fuhrer.
Estas organizaciones en el exterior estaban bajo la supervisión de Ernst Bohle, quien a su vez dependía del Jefe del Partido en Alemania, Rudolf Hess.
Los alemanes habían conformado cuatro “puntos de contacto” en el Uruguay: uno en el barrio Peñarol, en Montevideo; otros en el interior, Salto, Paysandú y Rincón del Bonete.
En el obrador de la represa sobre el Río Negro residían veinticinco ingenieros y técnicos alemanes, todos afiliados al Partido (NSDAP) y el encargado de la organización era el ingeniero Max Schmidtlein.
La difusión de las ideas del nazismo entre los uruguayos alcanzó a algunos pequeños grupúsculos que ante la insignificancia numérica se vieron obligados a reunirse con adherentes a la Falange española y al fascismo, este último de gran difusión entre la numerosa colonia de inmigrantes italianos y sus descendientes.
Para los alemanes del Rincón del Bonete, los niños y jóvenes debían ser formados como aspirantes a ser los futuros hombre de la nueva Germania, y entre sus muchos nuevos lineamientos estaba el antisemitismo y la intolerancia para los demás pobladores del mundo que no pertenecieran a la nueva raza aria.
Adolfo y José Pedro
En Rincón del Bonete, localidad ubicada a 14 kilómetros de la ciudad de Paso de los Toros, también sobre el Río Negro, los técnicos alemanes vivían con sus familias. Estos alemanes eran, en su mayoría, poseedores de un muy buen nivel cultural.
Para sus hijos necesitaban educación y la escuela pública uruguaya estaba allí para intentar cumplir con ese cometido.
Al problema del idioma, se debía enseñar en alemán, estaba otro agregado, el de cumplir con un plan de formación según los lineamientos promulgados por el guía de la nación: Adolfo Hitler.
La escuela número 56 de Rincón del Bonete, fundada el 18 de julio de 1937, será donde se practicará una experiencia inusual que hoy, vista a la distancia, resulta reprobable.
Sobre la pared de fondo del aula se había escrito una frase en alemán que expresa esta idea “Sabemos que vamos a ayudar a la verdadera victoria”.
En ese centro escolar de enseñanza primaria funcionarán dos escuelas, por la mañana una destinada a educar a los 35 niños, hijos de los técnicos alemanes, y por la tarde otra, que atenderá a los hijos de los técnicos, capataces y obreros uruguayos.
Pero, en la mañana la escuela, además del idioma y de los himnos nazis que se propalaban, se izó en su frente la bandera roja con la cruz svástica, en la tarde, el pabellón nacional sustituía a la bandera del III Reich
En un mismo ambiente compartían la pared un retrato del reformador de la escuela uruguaya José Pedro Varela con otro de Adolfo Hitler.
La escuela con esta característica de “bilingüe” y de doble identidad pedagógica e ideológica funcionará hasta el año 1942 cuando se produzca la ruptura de relaciones diplomáticas entre nuestro país y Alemania.