La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) denunció penalmente al gigante agroexportador Vicentin por presunto «aprovechamiento indebido de beneficios fiscales» a través de «facturas apócrifas para acceder a reintegros de IVA por exportaciones», informó este sábado AFIP.
La empresa Vicentin, que se encuentra en concurso de acreedores, fue objeto de debate en los últimos meses debido a la intervención que el Gobierno de Alberto Fernández decretó en junio con el fin de declararla como bien de utilidad pública para su expropiación, y que finalmente derogó a finales de julio.
Ahora, la AFIP acudió a la Justicia por una supuesta «maniobra fraudulenta» que detectó durante una fiscalización sobre los reintegros de IVA por exportaciones de granos que fueron solicitados por Vicentin entre 2016 y 2019.
La operatoria denunciada consistía, presuntamente, en «utilizar, registrar y presentar facturas apócrifas millonarias generadas por 54 presuntos proveedores».
«La fiscalización de la AFIP constató irregularidades en las empresas y personas humanas que emitían las facturas utilizadas por Vicentn para solicitar reintegros por una suma que asciende hasta los 111,6 millones de pesos (alrededor de 1,5 millones de dólares) entre 2016 y 2019», destaca el comunicado difundido este sábado.
Según la versión del organismo, las sociedades utilizadas no poseían plantas de acopio de granos, no tenían capacidad económica ni financiera y no podían justificar el origen de la mercadería, y pudieron constatar que «los comprobantes presentados para justificar los reintegros eran falsos, en tanto no denotaban actividad real».
«Durante las tareas de fiscalización, Vicentin y sus representantes tuvieron oportunidad de verificar la legitimidad de los reintegros pero omitieron presentar explicaciones, indicar medidas de prueba o efectuar otro descargo sobre los hechos denunciados», concluye el comunicado.
Vicentin, una de las mayores procesadoras y exportadoras de granos y derivados de Argentina y fundada en Avellaneda (Santa Fe) en 1929, entró en cese de pagos el 4 de diciembre de 2019 y el 10 de febrero pasado solicitó el concurso preventivo de acreedores en medio de una situación que la empresa describió como de «estrés financiero».
Según el Gobierno argentino, las deudas de la empresa ascienden a unos 1.400 millones de dólares, repartidas en 2.000 acreedores.
La compañía se dedica a la producción y exportación de aceites de soja y girasol y de harina de soja, procesamiento de algodón, producción de biodiesel, jugo concentrado de uva, vinos, acopio y exportación de miel y carnes.
Vicentin posee activos en Uruguay, Brasil y Paraguay, y además es socia de la suiza Glencore en la firma Renova, dedicada a la molienda de granos.
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