Reflexiones sobre construcción de espacios públicos en la nueva normalidad

Por Silvana Viera Esteves (*)

La pandemia del Covid 19 sin duda ha cambiado muchas realidades. Nos ha llevado a cuestionarnos como
ciudadanos lo que era normal, lo que es normal y lo que será. Los cambios en el uso de los espacios han llegado para quedarse.

Esto hace pensar que es momento de realizar una re estructuración de las formas de utilización de la ciudad y sus espacios públicos, teniendo en cuenta que la calidad de estos espacios determina la calidad rbanística de la ciudad.

El espacio público nos pertenece a todos, son sitios de inclusión, donde se interactúa de manera armoniosa, así sea con distintas condiciones. Tienen que estar pensados, proyectados y diseñados para que esto se cumpla naturalmente.

Si hablamos de espacios públicos nos referimos a calles, avenidas, explanadas, plazas, parques, escuelas, hospitales, todos aquellos espacios que sean una propiedad pública.
También hay que tener en cuenta los «nuevos» espacios de reunión y aglomeración de personas como son los shopping, clubes deportivos, entre otros, que buscan desarrollar las mismas situaciones que los espacios públicos, pero ninguno logra suplantar la relevancia de estos.

¿Cuánto ha cambiado el espacio público después de la pandemia? La pandemia ha obligado a repensar los espacios públicos: plazas, parques, vías de tránsito, hasta el transporte.

Es por esto que hay potenciar al máximo la capacidad de diseñar estrategias rápidas en torno al urbanismo
y la movilidad para que se adapten a las circunstancias actuales.
El ciudadano ha mostrado un gran interés en el esparcimiento social en áreas públicas con actividades personales como colectivas; se apropia de los espacios según sus necesidades.

El espacio público ha adquirido un rol esencial dentro de las ciudades, con mayor protagonismo; son fundamentales espacios amplios, calles peatonales, etc. para que se respete el distanciamiento social. Los que no cumplan con esta condición están llamados a cambiar.

La ciudad debe adaptarse lo mejor posible para que cumpla con sus expectativas y requerimientos necesarios al día de hoy.
Los espacios deben estar diseñados para que sean mucho más que un lugar de encuentro, espacios compartidos, deben ser un lugar donde se construya vínculos. También es de vital importancia destinar las áreas para la circulación peatonal y en bicicleta. Hay que respetar los espacios en cuanto a la movilidad.

Tal vez es momento de dejar de lado los grandes diseños y pensar en espacios más extensos, nclusivos, disfrutables y amigables.
«Algunos urbanistas creen que es el momento adecuado para probar cosas que la gente ha pensado y necesitado por mucho tiempo».
El desarrollo de estos espacios requiere de una cultura ciudadana en donde lo público no solo permite estas instancias referidas anteriormente sino también sean un concepto importante de la sociedad.
Las autoridades de los distintos niveles de gobierno deberán ejercer un liderazgo para provocar cambios positivos más necesarios que nunca.
Construir espacios públicos para la nueva normalidad.

(*) Arquitecta. Funcionaria del Congreso de Intendentes. Integrante de la Secretaría del SUCIVE.
Esta nota fue publicada en Carta Municipalista setiembre 2020.

 

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