La «Fashion Week» de Nueva York vivió este lunes una jornada con destacados nombres hispanos como el de Gabriela Hearst, que ganó el premio anual de los diseñadores de EE.UU., y el de Carolina Herrera, que protagonizó un documental sobre su carrera, además de varios desfiles virtuales de la Federación de Diseñadores de Latinoamérica.
Hearst, uruguaya afincada en la Gran Manzana, fue distinguida con el prestigioso premio anual del Consejo de Diseñadores de Moda de Estados Unidos (CFDA, en inglés) por su ropa para mujer, superando a notables rivales como Tom Ford; Ashley y Mary-Kate Olsen; Brandon Maxwell y Marc Jacobs.
La modista, que fundó en 2015 una marca caracterizada por la elegancia y la sostenibilidad, quiso dar unas palabras de aliento a su sector, que atraviesa un momento difícil debido a la pandemia de COVID-19, pero no se olvidó de su madre patria.
«Especialmente a los otros diseñadores y creativos que pasan por estos tiempos, estamos todos juntos en esto. La unión hace la fuerza, y ese es un beso para mi país natal, Uruguay», dijo en una nota remitida a Efe.
El premio de Hearst fue la guinda de la segunda jornada de la Semana de la Moda (NYFW), que en esta edición tan atípica marcada por el coronavirus se está valiendo de internet para llevar la creatividad de los diseñadores al público en diferentes formatos.
En ese sentido, la venezolana Carolina Herrera decidió posponer la presentación de su colección primavera-verano 2021 y aprovechar su espacio en el calendario de la NYFW para emitir un pequeño documental en el que celebró sus cuatro décadas en la moda.
En «The Conversation», rodado en su casa de Manhattan junto al director creativo al que dio el relevo de su firma hace dos años, Wes Gordon, Herrera recordó su primer desfile en el exclusivo Metropolitan Club, en 1981, con personalidades como su amiga y editora de Vogue, Diana Vreeland, o Steve Rubell, el dueño de Studio 54.
«La que realmente me ayudó a estar en este negocio fue Diana Vreeland, a ella le contaba mis ideas (…). He trabajado muy duro para construir esta casa y no lo puedes hacer sola, puedes tener las mejores ideas pero si no tienes un equipo que las ejecute no vas a ninguna parte», explicó.
DESFILES CON ACENTO LATINO
Entretanto, hoy brillaron los desfiles virtuales en la plataforma de la Federación de Diseñadores de Latinoamérica (FDLA), que cumple 11 años mostrando el talento de aquellos «que no han tenido acceso a la escena en la Semana de la Moda» y tiene ya más de 200 miembros en todo el mundo, dijo a Efe su creadora, la dominicana Albania Rosario.
«Queríamos hacer algo para que no muriera la presencia de los latinos en las pasarelas y en la semana de la moda de Nueva York», explicó Rosario, que ha estado cuatro meses haciendo reuniones virtuales con los diseñadores y les ha dado cursos de producción y uso de cámaras para que produjeran sus piezas de vídeo, después editadas por la FDLA.
Una de las protagonistas de este evento fue la marca Carteras Jaya, que plasmó las culturas de Bolivia en una colección artesanal llamada «Rostros del alma» y que se inspiró en las máscaras más emblemáticas de las regiones de Andes, Chaco, Amazonía y Oriente, así como en la riqueza de tradiciones de sus pueblos indígenas.
«Me emociona que el nombre esté llegando tan lejos y transmitir mis culturas. Jaya no es solo carteras, es cultura, es tradición, es Bolivia», explicó su diseñadora, Reyna Quispe, quien fundó la firma en 2017 con la idea de que llegara «lejos», el significado de Jaya en idioma aimara.
Los desfiles con acento latino de la FDLA continúan hasta casi la noche, con nombres como el del venezolano Prince Julio César; la argentina Cuarto Colorado y los costarricenses Toribio&Donato, que defienden la moda sostenible.
En paralelo, esta noche también se celebra una de las pocas pasarelas en persona del calendario oficial de la NYFW, la de la firma Monse, formada por los diseñadores Laura Kim y Fernando García, los directores creativos de la veterana casa Oscar de la Renta, que en esta edición no está presente.
La jornada también dejó una charla de los fundadores de Proenza Schouler, Lazaro Hernandez y Jack McCollough, que reconocieron cómo la moda ahora incluye «mucha más gente y voces» mientras antes era «realmente cerrada», y otra de la actriz Rosario Dawson, que presentó su marca social Studio One Eighty Nine y abogó por empoderar a las mujeres en entornos desfavorecidos.
Nora Quintanilla