El Gobierno endurecerá las medidas sanitarias para evitar la expansión de la COVID-19 en el departamento de Rivera, ubicado en el norte del país y fronterizo con Brasil, ante un nuevo brote de esta enfermedad que ahora afecta allí a 66 personas.
La intendenta de Rivera, Alma Galup, expresó este martes a Efe su preocupación por la situación que atraviesa el lugar y contó que se está haciendo un estricto seguimiento de los casos.
Además, apuntó inquietud por las elecciones departamentales que vivirá Uruguay el domingo 27 de septiembre y el movimiento que estas generarán en esa zona del país.
«Vamos a tomar todas las previsiones necesarias y lo que podemos hacer es un llamado a la responsabilidad individual y colectiva», finalizó.
Entre las medidas que van a tomarse en Rivera están las pruebas aleatorias, que ya se llevaron a cabo meses atrás, y que en este caso serán entre 300 y 400 entre la población.
Este lunes, el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado; el ministro de Defensa Nacional, Javier García; y el presidente de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), Leonardo Cipriani, viajaron a Rivera para reunirse con el Centro Coordinador de Emergencias Departamentales del lugar.
Durante una conferencia de prensa celebrada allí, Delgado recordó que las fiestas y las aglomeraciones no están permitidas. «Yo se que no es simpático, pero es necesario», subrayó.
Asimismo, puntualizó que las autoridades tienen la obligación y el deber de cuidar a la población haciendo todo lo que sea necesario.
En ese sentido, detalló que van a hacerse inspecciones y que en caso de que se detecten incumplimientos se aplicarán multas económicas, clausuras e incluso se llevará a personas a la Justicia en caso de ser necesario.
«El Gobierno va a actuar con todo el peso de la ley en este caso, pero es para cuidarnos, es para cuidar a la gente, para los que incumplen, que ponen irresponsablemente en riesgo a todo el resto no sigan en la misma situación», finalizó.
EFE