Por Elio García
En estas reflexiones finales antes del acto eleccionario del domingo, si pretende conocer el nombre del ganador o la ganadora no lo tenemos.
La pregunta sirve, sin embargo, para reflexionar sobre algunos aspectos que están en juego y brevemente esbozar quién podría tener mayores posibilidades de lograr ese objetivo. Para ello me baso solo en la observación, sin apelar a datos científicos.
Tuve la suerte de entrevistar, no a todos, pero a la gran mayoría de los aspirantes a concejales. Lo que percibo es que en Carmelo no está en juego un modelo de gobernar. Menos un encare ideológico que permitiera vislumbrar diferencias sustanciales en la forma de administrar una ciudad desde esa óptica.
Lo que hay en casi todos los candidatos es una lista de ideas o acciones a emprender, la terminal de ómnibus, los pluviales, crear un mercado, limpieza, barrido, etc. etc.
Lo que no hay es una discusión política, por tanto durante todo el tiempo uno no percibió modelos de gestión contrapuestos o en conflicto. Tampoco la ciudadanía lo viene pidiendo. Entonces el acento se pone sobre las funciones y allí juega un rol importante las estructuras y las organizaciones.
Creo que en estas elecciones ganará quien tiene una estructura política ya montada y no tanto el voto al candidato. El voto será a la estructura partidaria y esa dinámica podría darse en estas elecciones tanto en el Partido Nacional como en el Frente Amplio.
Quien tenga más aceitada esa estructura partidaria podrá captar más adhesiones que aquellos que solo tienen buenas ideas e intenciones.
Gana el partido y no el/la candidato/a. Y esto es aceptado incluso en los discursos que uno escucha. A la pregunta de cómo gestionarían el Municipio de Carmelo hay casi unanimidades, muchos mencionaron dos cosas:
- Intentar trabajar en consenso entre todos los concejales
- Poner énfasis en lo que pide la gente
Suena lindo, pero carece de una cualidad electoral que todo candidato debe trabajar y es el liderazgo.
¿Se puede hacer política sin liderazgo? Sí, se puede.
El precio es depender de las estructuras partidarias que deben estar bien aceitadas, responder en bloque con gran disciplina con el peligro de no priorizar lo que es importante.
El domingo gana quien tiene su aparato politico aceitado.
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