Por Raúl Martínez
En medio de estrictas medidas sanitarias para evitar contagios por la COVID-19, Uruguay celebrará este domingo unas elecciones departamentales y municipales que estaban programadas para el 10 de mayo y que debieron posponerse por la emergencia sanitaria decretada en marzo.
Unos 2,7 millones de uruguayos están llamados a votar de manera obligatoria -si bien quedan eximidas las personas que, bajo recomendación y constancia médica, no puedan ejercer el sufragio- para elegir a los intendentes de los 19 departamentos (provincias) del país y los representantes de 125 municipios.
Sin duda, el reto de la jornada está en controlar la situación sanitaria en un país que es ejemplo a nivel mundial por sus bajas cifras de incidencia de la pandemia y, por ello, es uno de los aspectos en los que más se ha trabajado.
UN PROTOCOLO PARA VOTAR
Según explicó a Efe el vicepresidente de la Corte Electoral uruguaya, Wilfredo Penco, tras un trabajo coordinado con el Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) se aprobó un protocolo sanitario con variantes en la modalidad tradicional del voto.
Un «funcionario facilitador» estará encargado de «hacer respetar y cumplir» los protocolos sanitarios en cada centro de votación y, por ejemplo, «dispondrá de tapabocas» para ofrecer a quienes no lo lleven y ayudará a ordenar las filas para evitar las aglomeraciones.
La jornada se extenderá desde las 08.00 hora local (11.00 GMT) hasta las 19.30 (22.30 GMT), el «horario más largo en América Latina», dijo el vicepresidente de la Corte Electoral, para que «se desarrolle con la mayor confianza y seguridad».
Además de las habituales recomendaciones de distancia y uso de alcohol en gel, la web de la Corte recuerda que el votante mostrará su credencial pero no la entregará y que el sobre no debe cerrarse con saliva.
En todo el país funcionarán 7 130 comisiones receptoras de votos.
CONTROLES FRONTERIZOS
Con vistas a estas elecciones las autoridades uruguayas estiman la llegada de ciudadanos residentes en el exterior, principalmente Argentina y Brasil, para ejercer su derecho al voto.
En ese sentido, el Gobierno estableció la obligatoriedad de presentación de un resultado negativo del test de detección del virus SARS-CoV-2 hecho en el país de origen con no más de 3 días de antelación y, de no tenerlo, podrá hacerse al llegar a Uruguay.
En un comunicado difundido recientemente por Presidencia, el director general de Salud, Miguel Asqueta, afirmó que quienes permanezcan en el país más de 4 días deberán hacerse una nueva prueba el quinto día.
Además, detalló que al ingresar a Uruguay la persona deberá cumplir con una cuarentena técnica, que incluye la declaración de número de teléfono y domicilio, que solo podrá abandonarse al momento de concurrir a emitir el voto.
«No deberá recibir visitas ni participar de reuniones familiares y se evitará todo contacto social. El que viene a votar viene exclusivamente a eso», aseveró.
LA CONTIENDA POLÍTICA
Las elecciones celebradas en mayo de 2015 dieron la victoria en 12 departamentos al Partido Nacional, el del actual presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou; en 6 al Frente Amplio ; y en 1 al Partido Colorado.
El departamento capitalino, Montevideo, lleva 30 años en manos de la coalición de izquierda que gobernó Uruguay entre 2005 y 2020 y, aunque la oposición se alió para presentar una candidata única, Laura Raffo, parece que Carolina Cosse -con ventaja en las encuestas-, Daniel Martínez o Álvaro Villar regirán hasta 2025.
En el resto no parece que haya demasiadas sorpresas, aunque en Tacuarembó podría irrumpir con fuerza Cabildo Abierto , uno de los socios del Gobierno nacional.
Con veda proselitista desde las 00.00 horas (03.00 GMT) del viernes 25 y con prohibición de venta de alcohol desde las 19.30 horas (22.30 GMT) de este sábado, los uruguayos se preparan para emitir su voto este domingo.
EFE
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