Familiares de desaparecidos en la dictadura uruguaya denuncian difamaciones

Gracias a las primeras madres que se organizaron en busca de sus hijos y a los casi 200 detenidos desaparecidos hace ya varios años, hoy Uruguay ha podido instaurar el concepto de que nunca más debe haber una dictadura en el país. EFE/Raúl Martínez/Archivo

La organización Madres y Familiares de Detenidos durante la dictadura cívico-militar de Uruguay (1973-1985) denunció este martes que están siendo víctimas en redes sociales de injurias, en las que se sostiene que los desaparecidos están vivos o que los integrantes del colectivo cobran pensiones vitalicias.

Así lo anunciaron en una conferencia de prensa algunos integrantes de esta organización que tuvo las sentidas palabras de Alba González, madre de un militante desaparecido en 1976, quien pidió justicia y afirmó que a ellos únicamente los mueve el amor por sus ausentes.

«Estamos siendo blanco de ataques a la moral de nuestros integrantes y lo que es más grave, a nuestros familiares desaparecidos. No se trata de una novedad, han sido diversas organizaciones, colectivos y personas las que ya hemos pasado por estas lamentables experiencias», enfatizó González.

Desde su perspectiva, los «discursos revisionistas» de algunos sectores con respecto a los crímenes de lesa humanidad perpetrados en la dictadura, o el ataque a la Fiscalía por parte de senadores de Cabildo Abierto, partido que lidera el excomandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos, permiten «un salto cualitativo al trillado sendero del ocultamiento, la mentira y la utilización del miedo».

«Estos discursos de odio no provienen únicamente de oscuros manipuladores de las redes, sino también desde editoriales de prensa, espacios radiales y muy lamentablemente desde el Senado de la República, donde se nos acusa de buscar a nuestros familiares no movidos por el amor sino guiados por el odio», acotó.

González enfatizó también que, gracias a las primeras madres que se organizaron en busca de sus hijos y a los casi 200 detenidos desaparecidos hace ya varios años, hoy Uruguay ha podido instaurar el concepto de que nunca más debe haber una dictadura en el país.

«Si les molesta que denunciemos la tortura, el asesinato, las violaciones, la desaparición forzada, la trata de vientres y el secuestro de niños y niñas, el problema no somos nosotros», exclamó.

Esta campaña que denuncia la organización habría aparecido después de que el 28 de agosto se difundieran las actas del Tribunal de Honor del Ejército con las confesiones del coronel retirado Gilberto Vázquez quien, en 2006, admitió «ejecuciones» y «apremios» durante la dictadura.

«A todos esos señores que no solo supieron hacer lo que hicieron, sino que han pasado 40 y pico de años y nos mantienen con esta crueldad de sufrimiento para no reconocer lo que hicieron. No tienen la valentía de reconocerlo, es algo terrible para una sociedad. Los que se están echando tierra encima son ellos mismo que no dicen nada, es un silencio sepulcral», concluyó entre lágrimas y los aplausos de los presentes.

EFE

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