Por Nicolas Bonjour De Ganello (*) |
Es mi intensión a través de estas lineas acercarle a los ciudadanos que no están familiarizados con el sector lácteo la problemática que él hoy atraviesa.
En nuestro país muchos sectores a lo largo de la historia han pasado momentos críticos producto generalmente de los precios internacionales y de los costos de producción locales. Algunos han logrado superarlo, otros se han visto reducidos dramáticamente y otros tantos han dejado de existir.
Lo primero que quiero plantear desde lo ideológico, es cual debería ser el rol que el estado debe cumplir en la protección de la producción nacional y hasta donde debe permitir que sea el mercado quien defina los destinos del trabajo de nuestros compatriotas.
En tal sentido siento la profunda convicción de que ante coyunturas puntuales debemos de asegurar la oportunidad de enfrentar de la mejor manera posible los vaivenes del mercado, del cual Uruguay es tomador de precios y no formador de los mismos, desarrollar todas las estrategias posibles y necesarias para que no tengamos que lamentar luego la perdida de fuentes de trabajo y asumir altos costos económicos en prestaciones sociales y perdidas en bancos y demás, por no haber actuado a tiempo para evitarlo.
Hoy me ocupa puntualmente el sector lechero, sector que ocupa a 17.500 personas según la ultima ENCUESTA LECHERA que publica el INALE (Instituto Nacional de Lecheria), una actividad que es diferente al resto del sector agropecuario, pues para desarrollar esta actividad se necesita contar con un plantel de vacas lecheras que no se consigue a la vuelta de la esquina, se logra luego de un largo proceso de inseminación y desarrollo genético, al mismo tiempo la necesidad de recursos para la siembra de forrajes y praderas y todos los gastos sanitarios del rodeo, y la principal diferencia esta en que una ves iniciado el proceso no se puede detener, no hay una llave para encender o apagar, a las vacas hay que ordeñarlas dos veces al día y la leche hay que enviarla a planta todos los días o día por medio porque los tanques se llenan. El productor no puede esperar los vaivenes del mercado si esta bajo o alto el precio, la leche hay que venderla.
La industria corre la misma suerte, pues el éxito o el fracaso de una planta primero que nada esta en recibir leche, en tener materia prima para procesar.
Es un proceso complejo que tampoco se puede detener, se consigue en base a dos cosas: confianza del productor en la industria y en el precio que la industria ofrece al productor, con esto quiero decir que si una industria ofrece 10 pesos por litro pero no es fiable no habrá productores que remitan, pero si paga 4 pesos por litro por mas fiable que sea no encontrara tampoco quien envíe leche a planta, y son las industrias que exportan las que están en problemas pues a nivel internacional el precio de la leche bajo y mucho, tanto que esta por debajo de los costos de producción de nuestro país.
Por eso habrán visto el revuelo por la venta a Venezuela, es que históricamente este país pago por encima del precio internacional, y esto permite a las industrias pagar un precio mayor a los productores sin tener perdidas, pero la realidad dice que hoy no esta pagando y no se le puede seguir vendiendo, entonces tiene dos opciones, o baja el precio al productor condenando a fundirse los mas pequeños o endeudarse a los mas grandes y poniendo en riesgo que le envíen su producción y la otra es volcar la producción de las plantas al mercado interno que paga, pero para entrar al mercado los mas grandes bajan sus precios y dejan fuera de competencia a los mas chicos que inexorablemente se quedan con su producción sin vender y se fundirán también.
Espero haber mostrado someramente la problemática del sector y el desafió ideológico a que nos somete esta realidad, yo desde mi convicción Batllista no dudo que el estado, todos nosotros debemos intervenir, no indefinidamente pero si ayudar a atravesar la coyuntura, un subsidio escalonado según los litros de remisión a planta, es la única forma de hacerlo, estoy trabajando en esa propuesta afinando números, ojala podamos hacerlo y que el gobierno considere esta idea.
(*) – Dirigente Batllista del Departamento de Colonia.