La española DISA llega a Uruguay a medirse con el gigante estatal ANCAP

Imagen de archivo del logo del Grupo energético español DISA. EFE /Ángel Medina G./Archiov

Por Federico Anfitti

El Grupo energético español DISA, que anunció su llegada a Uruguay semanas atrás, arribará al país para medirse con el gigante estatal Ancap, en medio de un año especial para el sector petrolero uruguayo con cambios propuestos por el Gobierno en el monopolio de la empresa.

DISA acordó su llegada a Uruguay -que se prevé para diciembre- tras adquirir la red de distribución y 88 gasolineras que antes pertenecían a la brasileña Petrobras, que abandonó Uruguay en 2019.

«Ancap es una empresa que comienza a funcionar de forma estable, la encontramos equilibrada aunque con necesidad de resolver algunos problemas estratégicos para lograr combustibles competitivos en Uruguay», comenta a Efe el ministro de Industria, Energía y Minería del país, Omar Paganini.

El tema de los combustibles en Uruguay tiene larga data, ya que desde hace años se discute los altos costos de la nafta en este país respecto a la región.

El Ejecutivo liderado por  Luis Lacalle Pou envió meses atrás la Ley de Urgente Consideración (LUC), un paquete de unos 500 artículos que fue el buque insignia durante la campaña electoral y en ella se pretendía desmonopolizar la importación de combustibles de Ancap.

Sin embargo, la coalición de gobierno, integrada por cinco partidos, no llegó a un acuerdo y solo prosperó, durante la ley de Presupuesto, la eliminación del monopolio de los combustibles en los puertos.

Esto despertó la movilización del sindicato, que acusa al Gobierno de «quebrar el monopolio» de la petrolera y por ello lleva semanas en conflicto «en defensa de Ancap estatal y pública» y busca reunirse con senadores de todos los partidos para intentar eliminar este artículo del presupuesto que ahora se debate en la Cámara Alta.

«Lo que queremos es que Ancap compita, pero lo que se determinó en el Parlamento es una competencia con una precio de equidad de importación, que la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) fija de forma periódica mensualmente para que tengamos una referencia de dónde debería estar Ancap si hubiera un competidor», detalla el ministro.

DISA, UN GIGANTE AL PAÍS PEQUEÑO

La llegada de DISA a Uruguay significa una buena noticia para las autoridades del país. Si bien tanto el ministro como el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, coinciden en que lamentan la partida de una empresa de la talla de Petrobras, destacan que el grupo español podrá levantar un mercado que hoy se encuentra dormido.

«Bienvenido que una empresa internacional del porte de DISA se interese en participar en el negocio de combustible en Uruguay, hubo un acuerdo entre Petrobras y DISA, que es un negocio privado donde Petrobras le cedió su red de distribución y estaciones de servicio y lo vemos con beneplácito por tener un jugador de primera línea, destacado, participando del mercado uruguayo», dice Paganini.

Además, señala que llega en un momento particular debido a que se está «en un proceso de transformación» de Ancap, ya que antes la empresa estatal se encargaba de regular toda la cadena de distribución y hoy ello pasó a manos de Ursea.

«Es un momento donde se introducen cambios en el mercado con un jugador diferente que puede traer la experiencia internacional y nos parece que puede aportar», enfatiza.

En la misma línea, el presidente de Ancap -empresa cuya facturación bruta en 2019 fue de 2.600 millones de dólares, 1.600 tras impuestos- señala a Efe que la empresa ve «con mucho entusiasmo» la llegada de un jugador «muy grande, muy profesional» como DISA.

«Es un actor que va a jerarquizar el mercado de combustibles, va a generar una muy buena competencia, que es fundamental en un mercado que está un poquito quieto, ‘achanchado’ (dejado) con los años. Va a generar un impulso competitivo que va a ser bienvenido y la red de estaciones de servicios de Ancap va a tener un digno rival», opina.

GAS NATURAL, EL CENTRO DE LA POLÉMICA

Además de ser dueño de gasolineras, Petrobras también tenía en su poder las distribuidoras de gas natural: Conecta y Montevideo Gas. Con su salida del país, las acciones pasaron al Estado uruguayo, que hoy las gestiona mediante un fideicomiso a través del Fondo Nacional de Recursos.

Sin embargo, la ley de presupuesto incluye un artículo en el que busca unificar estas dos empresas en una sola y cederle la concesión a un privado por 30 años.

Esto genera conflictos dentro de Ancap, ya que el sindicato entiende que es el Estado el que debe seguir a cargo de la empresa y que, de volver al sector privado, se perdería calidad y puestos de trabajo.

Asimismo, el sindicato especula con que la llegada de DISA podría obedecer a una intención del grupo español de adquirir dicha concesión.

«Lo mejor sería que todas las estaciones de servicio estuvieran en manos de Ancap. No sabemos si DISA se queda solo en estaciones de servicio. Hay que relacionarlo con la iniciativa de incluir en el presupuesto dos artículos que encomiendan al Poder Ejecutivo unificar ambas distribuidoras y concesionarla, o sea reprivatizarla», dice a Efe Alejandro Acosta, de la Unión Autónoma de Obreros y Empleados del Gas.

Por su parte, tanto el ministro como el presidente de Ancap niegan que DISA haya mostrado intención alguna de incluir en su arribo al país el manejo del gas natural.

Federico Anfitti

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