Con vistas a un verano atípico y desafiante para el turismo por las restricciones de la pandemia y el cierre de fronteras, Uruguay apuesta a los bajos precios con una canasta turística de 300 productos para quienes pasen sus vacaciones en el país.
Así lo aseguró a Efe el viceministro uruguayo de Turismo, Remo Monzeglio, quien destacó que, si bien como anunció en octubre el presidente del país, Luis Lacalle Pou, las fronteras permanecerán «básicamente cerradas», es optimista sobre el flujo turístico interno que puede lograrse.
«Tengo la sensación de que cuantitativamente va a ser un turismo masivo, de mucha circulación, y que por lo tanto va a ser exitoso. Obviamente va a faltar el público internacional, que es el de mayor poder adquisitivo y gasto, pero entre los uruguayos seguramente vamos a gastar mucho de lo que a veces gastábamos afuera», resaltó.
En ese sentido, el viceministro afirmó que una de las medidas tomadas por la cartera para estimular el consumo será la de una canasta turística que estará expuesta en los comercios a partir del 26 de diciembre.
«El beneficio (de esta canasta) es que muchas marcas van a tratar de bajar sus precios para estar dentro de esa lista referencial. Las personas que ingresen a los diferentes comercios la van a tener expuesta y van a saber a qué precios van a comprar antes de ingresar», remarcó.
Por su parte, el gerente de la Asociación de Supermercados del Uruguay (ASU), Daniel Menéndez, apuntó que la medida, que ya se ha implementado para la temporada estival en los últimos años, no se trata, como en el caso de otras canastas, de reunir elementos de primera necesidad sino productos que se consumen en las vacaciones.
En esa línea, Menéndez explica que la lista de 300 ítems, que se aplicará en la mayoría de los supermercados del país, incluye bebidas alcohólicas como cerveza, vino y whisky, alimentos de consumo popular como pastas, arroz y helado, así como productos de belleza e higiene corporal.
«Queremos marcar la diferencia, porque no es una canasta de productos de primera necesidad sino que uno consume cuando está de vacaciones, que incluye champú, acondicionador de pelo, jabón de tocador, dulce de leche», acota.
En cuanto a los precios, el gerente de ASU detalla que cada tienda elegirá para las 70 categorías abarcadas qué marca toma de referencia y en base a ello tres o cuatro variedades, de forma que no hay un acuerdo de precios unitario, aunque sí se mantendrá el precio acordado por cada comerciante durante el verano.
«La idea es tener un precio que quede mantenido en el tiempo entre el 26 de diciembre y el 4 de abril siempre y cuando las variables macroeconómicas lo permitan», concluye.
EFE