El nuevo paradigma fue propuesto en forma conjunta por la Dirección de Descentralización e Inversión Pública de OPP y la Dirección Nacional de Energía del MIEM. Y consiste en la implementación de un sistema de gestión donde la responsabilidad de la planificación, la ejecución y el financiamiento de la obra de alumbrado es trasladada a la figura de las empresas de eficiencia energética, conocidas como ESCO, que cobrarán su trabajo exclusivamente con el ahorro de energía que producirán.
De este modo, los gobiernos departamentales podrán beneficiarse de un cambio tecnológico que por definición resulta más eficiente y, como consecuencia, reduce la factura energética amortizando los costos