Ignacio Ruglio vence al oficialismo y se convierte en presidente del Peñarol

Ignacio Ruglio vence al oficialismo y se convierte en presidente del Peñarol

Después de más de dos décadas, el Peñarol cambia su rumbo y el oficialismo, que encabezaba el expresidente Juan Pedro Damiani, perdió las elecciones ante Ignacio Ruglio.

Si bien aún restan definirse los resultados de algunas mesas, la diferencia obtenida por Ruglio le permite consagrarse como el nuevo mandatario del equipo por los próximos tres años.

El ahora presidente venció con un más del 35 % de los votos y dio la sorpresa de la jornada ya que todos los pronósticos daban a Damiani como el favorito, pese a los malos resultados del carbonero en los últimos tiempos.

Ahora, Ruglio deberá manejar un consejo directivo que quedó sumamente dividido y enfrentar una segunda mitad de la temporada en la que tendrá que remontar varios puntos de ventaja que le lleva su tradicional rival, el Nacional.

Ruglio estuvo cinco años en el Consejo Directivo del Peñarol y siempre fue un claro opositor a las políticas oficialistas tanto del periodo de Damiani como del hasta ahora presidente Jorge Barrera.

Quien encabezará ahora la directiva del Peñarol logró la victoria en su tercer intento como candidato y, según asegura, tiene un equipo de trabajo que podrá dar vuelta la página de los últimos tiempos e intentará sumar en el equipo de trabajo a viejas glorias como Pablo Bengoechea.

Con su victoria, el nuevo presidente rompe con una tradición oficialista que seguía desde hace décadas, con una dinastía Damiani (tanto el expresidente José Pedro (1921-2007) como su hijo Juan Pedro) que en los últimos tiempos fueron más las derrotas que victorias.

Damiani, que fue presidente desde 2008 hasta 2017, basó su campaña electoral en las mejoras de infraestructura como la construcción del estadio Campeón del Siglo o el Centro de Alto Rendimiento para las formativas desde donde salieron futbolistas como Fede Valverde (Real Madrid), Darwin Núñez (Benfica) o Facundo Pellistri (Manchester United).

Sin embargo, los bajísimos resultados en el terreno deportivo hicieron que los fanáticos le dieran la espalda a la histórica familia del Peñarol y optaran por una nueva opción.

Entre los fracasos deportivos está el terreno internacional donde desde 2011 (cuando cayó en la final ante el Santos de Neymar) no ha logrado pasar la fase de grupos de la Copa Libertadores.

A ello se le suma que en el plano local se encuentra en una pésima campaña muy por debajo del líder, el Nacional, con quien se medirá este domingo en una nueva edición del clásico del fútbol uruguayo.

De esta forma, se abre una nueva era de un Peñarol que buscará, de una vez, volver a las viejas épocas de triunfos que lo transformaron en un gigante del continente.

EFE

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