«Cuando Gonzalo Moratorio (Montevideo, 1982) vio la película Epidemia, protagonizada por Dustin Hoffman y Rene Russo, descubrió que lo que quería hacer cuando fuera grande era trabajar contra los virus y las enfermedades contagiosas. Tenía 13 años y sus amigos del colegio ya le decían Donatello, como el famoso científico de las Tortugas ninja, porque lo que más disfrutaba hacer en su tiempo libre era resolver problemas e inventar cosas inútiles. Hoy, 25 años después del lanzamiento de la película que determinó el rumbo de su vida y acompañado por los mismos amigos de entonces, Moratorio acaba de ser el único latinoamericano reconocido por la revista Nature como uno de los diez científicos más importantes de 2020 por el desarrollo de un test para detectar el coronavirus que permitió a Uruguay controlar la pandemia de una forma ejemplar en el mundo», publica hoy El País de Madrid.
Entre el despertar de su vocación científica y la consagración internacional que otorga un reconocimiento como este, entregado también a científicos de la talla de Tedros Adhanom, director de la OMS, Moratorio publicó 40 artículos de investigación, desarrolló un patente para diseñar virus ARN sintéticos como candidatos a vacunas y entrenó en varios equipos de fútbol. En paralelo a su carrera como científico, que comenzó en la Universidad de la República de Uruguay donde estudió Ciencias Biológicas, Moratorio no dejó nunca de entrenar fútbol. Una lesión de la rodilla lo dejó fuera de la cancha.
Hoy, Moratorio es el investigador responsable del Laboratorio de Evolución Experimental de Virus del Instituto Pasteur de Montevideo y, además, dirige un equipo de fútbol de la liga universitaria de Uruguay. “Lo que se aprende en el fútbol y lo que intento transmitir a los estudiantes de doctorado y de maestría es que uno debe festejar el éxito del compañero como el propio”, dice Moratorio por teléfono, desde el jardín del laboratorio donde él y la investigadora Pilar Moreno desarrollaron la prueba diagnóstica de coronavirus que ha permitido que Uruguay tenga menos de 100 muertos después de ocho meses de pandemia. “Tal vez no tuve suficiente coraje para estar en una línea de fuego, como los médicos intensivistas al lado de los pacientes, pero he podido contribuir con la generación de conocimiento y en el desarrollo de herramientas que están salvando vidas”, destaca El País de Madrid en una entrevista realizada por Juan Miguel Hernández Bonilla.
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