Por Doctor Jorge Mota | (*)
Empecemos por conocer al mosquito Aedes Aegypti, único que puede contagiar Dengue, Chikungunya o Zika al succionar una gota de sangre conteniendo estos virus desde una persona enferma y luego picar a una persona sana.
Es de tamaño más chico que el mosquito común (culex)
Sólo pica la hembra, el macho vive de jugos vegetales.
Vuela entre las 6 y las 10 hs y las 18 y las 22 hs.
De noche no pìca, salvo en áreas de mucha luz.
En horas de sol más intenso y en la noche se esconde detrás de los cuadros, puertas, muebles, etc.
Vive unos 30 días y dentro de la vivienda o en su periferia. La mayoría hace todo su ciclo vital en un mismo lugar.
Descacharrizar es la mejor de las medidas («el mosquito que te pica es el que vos criaste»).
La hembra desova 300 huevos en las paredes de varios recipientes de agua limpia.
Vuela 50 – 100 mts. Para desplazarse más lejos debe ir en un vehículo o en la ropa de las personas.
La fumigación se realiza con insecticidas piretroides.
En el mejor de los casos logra matar un 20% de los mosquitos adultos (cles o aedes), pero no hace nada a los huevos ni larvas. Por esto, por cada mosquito que se mata, nacerán 300 más en las horas siguientes en una serie secuencial.
Si se fumiga en nube no se mata a todos los mosquitos y los que sobreviven van generando resistencias que transmiten a sus descendientes con lo cual cuando haya que realizar una fumigación eficazmente protocolizada podemos descubrir que no le hacemos nada al insecto y sólo nos quede utilizar venenos más toxicos que los piretroides.
Si se persigue al Aedes habría que fumigar dentro de las viviendas o en sus patios y fondo de modo de matar ese 20% de especímenes adultos, dado que en las calles, parques y plazas no vamos a encontrar aedes, sino culex (que no transmiten el dengue).
Si fumigamos dentro de las viviendas habría que hacerlo todos los días durante diez días seguidos a fin de ir matando los nuevos mosquitos que nazcan de los huevos.
Después habría que esperar que ningún aedes entre a la vivienda adherido a la ropa de alguno de los habitantes, si no, el ciclo empieza de nuevo.
Fumigar de esa forma afectaría a las personas: bebes, abuelos, asmáticos, alérgicos.
La fumigación, además, mata especies que se comen a los mosquitos: aguaciles, arañas, sapos, peces, pájaros, murciélagos, con lo cual le dejamos el terreno libre a esos mismos mosquitos.
Lo que sí es eficiente es esmerarse por no dejar recipientes con agua estancada preferentemente limpia donde el aedes pueda desovar, y cuando los limpiamos hacerlo con un cepillo que frote los bordes. Los huevos no se ven a simple vista y suelen quedar adheridos a las paredes de recipientes con agua quieta.
Descacharrizar, usar tules, mosquiteros, repelentes y consultar al médico ante fiebre son las mejores medidas.
Mantenerse alerta , pero no dejarse empujar por el miedo es la mejor medida para afrontar una situación que todos los países de América ya vienen encarando desde hace muchos años…y , no por eso, dejamos de viajar a Brasil o Argentina o México si en algún momento tuvimos la oportunidad, o si alguien nos la ofreciera ahora mismo.
(*) Dr. Jorge Mota – Director Departamental de Salud de Colonia