Por Federico Anfitti
Uruguay todavía mantiene la incertidumbre respecto a cuál será la vacuna que utilizará el país para combatir la pandemia de la covid-19, en un momento en el que ya varios países de la región han hecho pública su decisión.
En contrapartida a lo que ocurre con sus vecinos, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, dijo durante su última rueda de prensa, el 16 de diciembre, que Uruguay busca «la mejor vacuna en el menor tiempo posible» y que, de momento, no hay ninguna descartada.
«Las novedades son medianamente positivas. Cuando tengamos un dato específico y digamos ‘tal vacuna, tantas dosis para tanta cantidad de población’ lo anunciaremos. Lo otro sería especular», indicó en aquella comparecencia en la Torre Ejecutiva.
Pese a los intentos de Efe por contactar, este miércoles, con científicos, expertos y miembros del Ministerio de Salud Pública (MSP), todos declinaron hablar y remitieron a las autoridades máximas -como el ministro, Daniel Salinas- para que sean ellas quienes hablen públicamente.
Esto ocurre en la misma jornada en que el semanario local Búsqueda informó de que el coordinador de Relaciones Internacionales y Cooperación del MSP, Franco Alaggia, habría sido cesado por Lacalle Pou después de que aquel rechazara, sin consultar, la vacuna de Pfizer.
Según la publicación, el coordinador envió un correo electrónico de manera «unilateral e inconclusa» a los representantes del laboratorio para informarles de que el país suramericano no estaba interesado en su vacuna.
La comunicación de Alaggia habría sido en noviembre y, según explicó el semanario, se habría tratado de un evento «desafortunado», aunque esto no impidió que el presidente lo cesara del cargo.
Fuentes de Presidencia y del MSP consultadas por Efe expresaron que las autoridades no harían aclaración alguna sobre este episodio.
Aunque todavía no se sepa qué opción será la que el Gobierno decida utilizar, la prensa local estima que la preferida de las autoridades sería efectivamente Pfizer y sostiene que estudian las mejores opciones para la refrigeración que se necesita.
Por otra parte, Uruguay ya está suscrito a un acuerdo entre varios países en conjunto con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para un ‘pool’ de compra con el fin de acceder rápidamente a unas 750.000 dosis de la vacuna contra la covid-19 para inmunizar al 20 % de su población.
UNA EXCEPCIÓN EN LA REGIÓN
Aunque Uruguay estuvo durante varios meses un paso por delante de sus vecinos debido al control de la pandemia y a los pocos casos registrados, lo cierto es que en las últimas semanas aumentó el índice de positividad y, en lo que se refiere a la vacunación, permanece por detrás.
Un vuelo de Aerolíneas Argentinas partió este martes rumbo a Rusia para llevar al país la Sputnik V y, además, el Gobierno argentino anunció que en los próximos meses también adquirirá la Pfizer.
Chile, por su parte, será el primer país de Latinoamérica en aplicar la vacuna a su población -también optó por la Pfizer- mientras que Brasil cuenta con la vacuna china Sinovac.
Otros países como Colombia o Ecuador también han optado por Pfizer mientras que Venezuela iría por Sputnik V.
Sin embargo, Uruguay sigue deliberando y manejando opciones, aunque las autoridades dicen que en breve habrá un veredicto, como sostuvo el presidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Leonardo Cipriani, quien declaró este miércoles a radio Sarandí que ya está «la luz al final del túnel» con la vacuna.
Desde que el pasado 13 de marzo se decretó la emergencia sanitaria en Uruguay, el país acumula 14.001 casos positivos (4.754 activos, 59 de ellos en cuidados intensivos) y 120 fallecidos.
EFE
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