El estado brasileño de Ceará, que históricamente ha tenido que enfrentar preocupantes índices de criminalidad, ha conseguido un alto nivel de esclarecimiento de los homicidios, casi cinco veces superior al del resto del país, con la aplicación de la tecnología en la investigación policial.
La violencia, que se tornó casi endémica en todo el país, se arraigó con fuerza en la empobrecida región Nordeste y Ceará, que venía reduciendo los índices de criminalidad, sintió este año los efectos negativos de una huelga policial y de la pandemia del nuevo coronavirus que dispararon nuevamente las alertas en su combate.
Sin embargo, a pesar del aumento de la criminalidad, el estado tiene un «índice de resolución» del 40 % para los homicidios, que casi quintuplica el promedio de elucidación para este tipo de sucesos a nivel nacional, que es del 9,0 %, según informó a EFE la Secretaría de Seguridad Pública y Defensa Social de Ceará.
La aplicación de inteligencia artificial y de otros recursos tecnológicos, que permiten resolver muchos de los delitos en menos de 24 horas, forman parte del programa «Científico-jefe», en el que las decisiones del Gobierno regional en 17 áreas, incluida la de seguridad pública, tienen siempre el aval de la ciencia.
«El proyecto reúne programas biométricos de identificación de personas, identificación de vehículos y analiza en tiempo real un gran conjunto de datos», dijo a EFE José Macedo, profesor de la Universidad Federal de Ceará y coordinador del programa de Inteligencia Científica de la Secretaría de Seguridad Pública.
En 2019, con la implementación plena de la tecnología para auxiliar a las autoridades, Ceará redujo en un 52 % los homicidios y en un 46 % los robos, números en descenso que fueron interrumpidos en 2020 por una huelga de los policías militarizados a comienzos de año y por la pandemia de la covid-19 que redujo el personal.
En 2019, Ceará contabilizó 2.257 homicidios, 49.579 robos y 1.998 delitos sexuales, un flagelo persistente en esa región y que también es combatido con la tecnología para identificar a sus responsables.
Sin embargo, en 2020 se presentó una disparada de muertes violentas por la ausencia policial en varias ciudades del estado, principalmente en la capital Fortaleza, y un total de 8.000 funcionarios del sector de seguridad pública se ausentaron por contraer o por prevención de la covid-19.
Hasta noviembre, todavía sin computar los datos del último mes, Ceará registraba 49.374 robos, prácticamente el mismo número de 2019, y 3.720 homicidios, un 64,8 % más que el acumulado todo el año anterior.
A pesar del significativo aumento, Ceará mantiene altos niveles de eficacia en la resolución de crímenes gracias a sus programas de reconocimiento facial de personas en 3.300 cámaras de seguridad instaladas en las carreteras de todo el estado y a un centro de procesamiento de datos interconectado con más de cien organismos.
CIENCIA EN LA TOMA DE DECISIONES
El concepto «científico-jefe», que ya es adoptado en países como Estados Unidos, Inglaterra, Israel y Australia, permite una «consultoría de alto nivel» desde las universidades, comentó a EFE el físico Antonio Gomes, coordinador del equipo y miembro del Consejo Consultivo de la Academia Brasileña de Ciencias.
Para el ingeniero civil y doctor en informática Tarcisio Pequeno, presidente de la estatal Fundación Cearense de Apoyo al Desarrollo Científico y Tecnológico (Funcap), el programa de «científico-jefe» puede compararse con las «comisiones de notables» creadas por diversos países para abordar una problemática específica.
«Solo que aquí es permanente y en todas las áreas. Esto permite más innovación y financiar mejor la investigación», señaló a EFE Pequeno, quien resaltó que los científicos-jefes continúan con sus equipos de investigadores trabajando dentro de las universidades, sin convertirse su designación en cargos burocráticos.
El liderazgo en la exportación de langosta, con nuevas técnicas de pesca ofrecidas por un estudio científico; la reducción de gastos por el uso de datos en la educación -sector que es modelo para el resto del país-, y un novedoso casco que reduce en un 60 % las intubaciones por covid-19, son otros de los ejemplos de éxito.
EFE
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