La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) celebró este viernes la próxima entrada en vigor del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe -conocido como Acuerdo de Escazú-, tras la ratificación de México y Argentina ante Naciones Unidas.
Considerando la firma estos dos últimos países, ya son doce los Estados que se han hecho parte de este compromiso multilateral a nivel regional, cumpliéndose los requisitos necesarios para su entrada en vigor el próximo 22 abril, fecha coincidente con el Día Internacional de la Madre Tierra.
«Hoy América Latina y el Caribe celebran su compromiso con el desarrollo sostenible y los derechos humanos», señaló la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.
De acuerdo con la alta funcionaria del organismo del sistema de Naciones Unidas, en un periodo donde la situación global «reviste gran complejidad e incertidumbre», el Acuerdo de Escazú «es más necesario que nunca» e tanto «refuerza el diálogo y la concertación para avanzar en las transformaciones necesarias» que aseguren un desarrollo sostenible.
Bárcena, que participó en la ceremonia de ratificación de México y Argentina en la sede de la ONU en Nueva York, destacó el hito como «un día histórico» y un avance en la implementación del Acuerdo de Escazú, «cuya negociación fue inclusiva, participativa y transparente».
El Acuerdo de Escazú, destacó la alta funcionaria, es el primero en el mundo que incluye disposiciones sobre los defensores de derechos humanos en asuntos ambientales, siendo Latinoamérica la región donde más activistas en esta materia fueron asesinados en 2019.
A la fecha, los estados que se han hecho parte de este compromiso a nivel regional son Antigua y Barbuda, Bolivia, Ecuador, Guyana, Nicaragua, Panamá, Saint Kiss y Nevis, San Vicente y Granadinas, Santa Lucía y Uruguay, además de los recién incorporados México y Argentina.
La secretaria ejecutiva de la CEPAL apuesta por la integración de más estados a este acuerdo, siendo América Latina «una región rica cultural, social y ambientalmente», contando con «muchas oportunidades para una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad que traiga mayor bienestar a nuestros pueblos».
El Acuerdo de Escazú, impulsado principalmente por mujeres del continente, es el primero en materia ambiental a nivel regional.
Sus mecanismos de negociación, que incluyeron la participación activa de actores sociales y expertos, han servido de modelo para que otras negociaciones internacionales fortalezcan su transparencia y participación.
Su objetivo principal apunta a garantizar la implementación plena y efectiva de los derechos de «acceso información ambiental, participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales y acceso a la justicia en asuntos ambientales», consolidando un «ambiente sano y futuro sostenible».
EFE
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