La pandemia de la covid-19 obligó a que la tradicional celebración de la diosa de las aguas Iemanjá en las costas de nuestro país cambiara su escenario este martes por una acción solidaria en la que sus fieles donaron alimentos para las ollas populares que reparten comidas a las personas con mayores carencias.
Se trata de una iniciativa de siete ollas populares promovida por las distintas asociaciones afroumbandistas y otros cultos de ese país en la que también se hizo un llamado a sus fieles a no concurrir masivamente a las playas para evitar las aglomeraciones en cumplimiento de las normas sanitarias.
Sin embargo, durante la jornada se pudo observar algunos creyentes de la religión acercarse hasta las aguas capitalinas a dejar su ofrenda así como a la estatua que rinde homenaje a la diosa.
El «Babalorixa» del culto africano de la rama «Jeje Nago» Manuel Núñez explicó a Efe que aunque lo conocido es la concurrencia masiva a las playas también existen los «cultos privados» desde hace más de 40 años así como la donación de alimentos.
«Se reparte la comida entre los fieles y entre los indigentes, es una tradición de nosotros los del culto africano, o sea, se ha hecho siempre», señaló.
Según detalló, dentro de su congregación desarrollan un ritual de limpieza de la «cabeza mala o enferma» en el que las personas toman un baño de hiervas durante un día de reposo y retiro para «recomponer su mente y cabeza».
Núñez destacó la importancia de cumplir con las recomendaciones de no asistir masivamente a las playas y hacerlo de manera privada ya que, debido a la pandemia, consideró que los creyentes de la diosa están «tomando carrera» para el próximo año.
Sin embargo, remarcó la importancia del llamado a la solidaridad durante este día algo que, a su juicio, «potencia» a la diosa de las aguas.
«Lemanjá tiene una actitud positiva, porque lo que se iba a dar al mar nosotros estamos pidiendo que se les de a las ollas populares, a los carentes, entonces, Iemanjá se potencia en este mal momento que tiene la humanidad como una fuerza positiva que representa a nuestra religión del modo de ayuda al necesitado», afirmó.
Cada 2 de febrero en Uruguay, la diosa Iemanjá es venerada por diferentes religiones de origen africano. Es la «madre universal» de todas estas religiones y se la considera la «señora de los navegantes».
El culto africano nació en Nigeria, aunque luego se expandió hacia América y el Caribe con la llegada de los esclavos negros durante las invasiones europeas.
Su fusión con creencias indígenas y de la población católica derivó en la religión umbanda, que nació en 1908 en Niterói (Brasil).
Este día tan especial para toda esta colectividad ya se transformó en un evento masivo de la cultura uruguaya y miles de personas participan cada 2 de febrero haciendo ofrendas, tomando fotos o simplemente viendo cómo cada ritual toma lugar.
La Playa Ramírez, ubicada en el sur de Montevideo, es el epicentro de esta festividad debido a que frente a ella se ubica la estatua de Iemanjá, que en este día recibe ofrendas, velas, fotos o besos y rezos de los presentes.
EFE