El 5 de febrero de 1971, en el Palacio Legislativo, se firmó el documento fundacional del Frente
Amplio.
La convocatoria decía que “por su esencia y por su origen, por tener al pueblo como
protagonista, ha permitido agrupar fraternalmente a colorados y blancos, a demócratas
cristianos y marxistas, a hombres y mujeres de ideologías, concepciones religiosas y filosofías
diferentes, a trabajadores, estudiantes, docentes, sacerdotes y pastores, pequeños y medianos
productores, industriales y comerciantes, civiles y militares, intelectuales y artistas, en una
palabra, a todos los representantes del trabajo y de la cultura, a los legítimos voceros de la
entraña misma de la nacionalidad”.
La declaración establecía que la unificación de las diversas fuerzas políticas que hasta
ese momento habían actuado por separado en las instancias electorales se había logrado, con
el compromiso de un programa común, “porque es un movimiento profundo que enraíza con
las puras tradiciones del país, que recoge y venera las construcciones que vienen del fondo de
la historia, y tiene, simultáneamente claros objetivos para alcanzar un porvenir venturoso” y
así “siente que su vertiente más honda lo enlaza con la esclarecida, insobornable y combatiente
gesta del artiguismo”.
Hoy, 50 años después, los frenteamplistas podemos sentirnos orgullosos de aquellos hombres y mujeres que no sólo sintieron que el país necesitaba actos como éste, sino que fueron capaces de dejar de lado las diferencias que los separaban, para centrarse en las ideas y proyectos comunes que los unían.
El comité de base Jorge Perrou de Tarariras quiere compartir con todos los
frenteamplistas, de ayer, de hoy y del futuro, el orgullo de ser parte de este proceso, de seguir
las huellas tan claramente expresadas desde el primer día en el punto 2 de la declaración
fundacional que compromete a: “Contraer en este mismo acto, el formal compromiso de
establecer un programa común, ceñirnos a él en la lucha fraternal y solidaria colaboración, así
como actuar coordinadamente en todos los campos de la acción política, sobre la base de que
atribuimos al pueblo, organizado democráticamente, el papel protagónico en el proceso
histórico”
¡Salud compañeros y compañeras!
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