Utilizando plasma hiperinmune de personas que tuvieron covid-19, Uruguay busca reducir los ingresos a tratamientos intensivos y las muertes por esta enfermedad en adultos mayores.
Así lo explicó este viernes a Efe el gerente general de la Administración de los Servicios de Salud del Estado, Eduardo Henderson, quien brindó detalles sobre esta iniciativa que ya fue elevada al Comité de Ética del Ministerio de Salud Pública para lograr su aprobación y comenzar a llevarla a cabo a la brevedad.
Según señala, en dicho procedimiento se toma plasma de una persona que tuvo la enfermedad como mínimo 28 días atrás y se pasa a otra logrando de esta forma una «inmunidad pasiva».
No obstante, no cualquiera puede ser donante. Se precisa que los contagiados por la covid-19 tengan una determinada cantidad de anticuerpos.
«Hay que hacer una cuantificación de anticuerpos. Lo que se vio es que en las personas que sufren la enfermedad es muy variable el título de anticuerpos que generan», añade Henderson.
El gerente detalla que los que sí tienen una cantidad suficiente no están enmarcados en un determinado rango de edad.
Por otra parte, destaca que esta «inmunidad pasiva» se comenzó a implementar tiempo atrás como un «tratamiento compasivo» para pacientes de covid en etapas finales.
Sin embargo, asevera que esto no mostró resultados auspiciosos como sí lo hizo un trabajo presentado a mediados de enero por el médico argentino Fernando Pollak.
Este último utiliza el plasma hiperinmune en etapas precoces, es decir, dentro de las 48 a 72 horas tras el positivo por covid-19. Además, el tratamiento se lleva a cabo en personas mayores de 65 años con dos o más comorbilidades y en personas mayores de 75 años.
«En esos dos grupos empiezan a hacer un tratamiento y resulta que este es efectivo evitando problemas mayores y el ingreso (a cuidados intensivos) en un 73 % de los casos», destaca Henderson.
Por otra parte, apunta que lo que se está tratando de desarrollar, al igual que hizo Pollak, es que el tratamiento se pueda hacer a domicilio para evitar que las personas infectadas deban moverse hasta un centro sanitario.
En este sentido, agrega que el tratamiento tiene una logística «compleja» que incluye un consentimiento y la presencia de un hemoterapeuta en el momento de hacer la transfusión.
Aun así, asevera que «ya está todo pensado» y se muestra ilusionado porque puede que empiece este mes.
Finalmente, Henderson puntualiza que también existe la idea de que esto pueda ser utilizado en la salud privada.
En este momento, Uruguay acumula 43.804 casos de coronavirus y 5.917 se encuentran cursando la enfermedad, 92 de estos en cuidados intensivos.
Además, desde que se decretó la emergencia sanitaria el 13 de marzo de 2020 en el país suramericano fallecieron 476 personas.
EFE
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