Los presidentes de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y de Paraguay, Mario Abdo Benítez, resaltaron este miércoles la importancia de que el Mercado Común del Sur (Mercosur), que ambos integran, sea «un trampolín al mundo y no un corsé».
Esa expresión fue pronunciada por Lacalle Pou durante una declaración conjunta efectuada al término del almuerzo que ambos compartieron con los cancilleres de Uruguay, Francisco Bustillo, y de Paraguay, Euclides Acevedo, en la residencia presidencial de Punta del Este.
El anfitrión resaltó que en el bloque regional integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que este año celebra su trigésimo aniversario, cada socio tiene sus «particularidades y compromisos», pero eso no debe obstaculizar que «cada uno pueda hacer del Mercosur un trampolín al mundo y no un corsé».
«Algunos hablarán de flexibilización, otros de elasticidad o de distintas velocidades, pero en estos 30 años del Mercosur hay que rever (sic) lo recorrido, quedarse con lo bueno e impulsar lo mejor», indicó Lacalle Pou.
La colaboración entre «un país como Paraguay, sacrificado y de trabajo, que ha crecido en el mundo», y Uruguay, «que tiene gran parte de su origen y razón de ser en el transporte, la logística y la salida al mundo», según el mandatario local, fue uno de los asuntos más destacados del encuentro, ya que ambos son exportadores y el primero no tiene frontera marítima.
«El mundo se está abriendo a nuestras materias primas. Necesitamos entrar a los mercados en igualdad de condiciones que nuestros competidores», agregó.
Por su parte, el presidente de Paraguay definió como «gran desafío» de los dos pequeños países -en comparación con sus socios del bloque- la ampliación del mercado «para encontrar aliados estratégicos para la producción competitiva para la región».
Abdo Benítez resaltó la necesidad que Paraguay tiene de una «alianza mutua» con Uruguay para buscar el acceso marítimo del que carece, considerando que es el «cuarto exportador de soja del mundo» y que precisa salir al mundo «de forma competitiva».
«Uruguay tiene grandes oportunidades para que Paraguay pueda llegar a los grandes mercados», resumió.
Pese a que ambos países son los últimos de Sudamérica en iniciar su plan de vacunación -Paraguay recibe este jueves las primeras dosis mientras que Uruguay las espera para marzo-, ninguno mencionó la covid-19 en su alocución pública salvo para destacar, como dijo el presidente paraguayo, «la solidaridad» nacida de la pandemia.
«Es tiempo de construir puentes, es tiempo de buscar encuentros, de encontrar un destino común; que esa solidaridad que aprendimos en tiempos de pandemia no se acabe», comentó.
Lacalle Pou, de 47 años, y Abdo Benítez, de 49, se refirieron el uno al otro como amigos y compañeros de generación.
El encuentro de este miércoles es el último presencial que el uruguayo ha tenido con sus socios del Mercosur, puesto que recibió al argentino Alberto Fernández en noviembre pasado en la residencia de Anchorena (suroeste del país) y viajó a Brasil para visitar a Jair Bolsonaro a principios de febrero.
Tras la reunión de Brasilia, Lacalle Pou y Bolsonaro anunciaron que buscan generar una cumbre en Foz do Iguaçu (Brasil) en marzo para avanzar en el proceso de flexibilización.
EFE
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