El ministro de Transporte y Obras Públicas, Luis Alberto Heber, declaró este miércoles que Uruguay debe buscar «un consenso» para que la actual tolerancia cero en la cantidad de alcohol en sangre para conducir se eleve a 0,3 gramos, si bien resaltó que no es el momento de discutir este asunto.
En una entrevista con la emisora 970 Universal, el titular de la cartera se mostró favorable a elevar a 0,3 la tasa de alcohol permitida, como establecen los proyectos de ley de los senadores oficialistas Sergio Botana y Amin Niffouri, aunque fue partidario de incluir sanciones, lo que defiende este último.
«El 0,3 no quiere significar que no tengamos penalidades. Tenemos que diferenciar lo que es el consumo problemático de alcohol del ocasional o social, en donde si se le multa, que no se le saque (el carné) por 0,1 o 0,2», indicó Heber, quien calificó de «más sensato» el proyecto de Niffouri.
No obstante, el ministro de Transporte y Obras Públicas coincidió con unas recientes declaraciones del presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, de su misma formación, el Partido Nacional, sobre que ahora no es el momento de discutir, porque están «con otros temas».
«Tenemos que buscar un consenso, porque nosotros estuvimos de acuerdo en campaña electoral en llevarlo al 0,3, pero cómo vamos, con penalización o sin penalización y qué tipo de penalización… creo que ahí está centrada la discusión», declaró.
En enero pasado, Botana, cuyo proyecto tiene como objetivo la mejora del sector vitivinícola de Uruguay, indicó a Efe que «lo malo de mantener el cero es que es una propuesta absolutamente fundamentalista y que no ha tenido éxito alguno desde el punto de vista de la disminución de los accidentes».
Según esto, Botana resaltó que en el 93 % de los casos «no hay presencia de alcohol» y que del 7 % restante, solo el 1 % está en el rango que va desde el 0,0 al 0,3.
También en esa ocasión, Fernando Machado, jefe de Emergencia del Hospital de Clínicas, reconoció que solo el 7 % de las espirometrías hechas a los accidentados dan positivo, aunque resaltó que en 2019 esa cifra equivalió a 821 personas y que la prueba no se hace a los heridos graves, a los trasladados de emergencia ni a los fallecidos.
En 2007, bajo el primer mandato de Tabaré Vázquez (2005-2010), del Frente Amplio, se dispuso reducir de forma gradual la concentración de alcohol en sangre permitida de 0,8 a 0,3 gramos.
En 2016, una modificación de la normativa fue más allá y declaró inhabilitado para conducir cualquier tipo de vehículo en la vía pública a quien arroje en la espirometría una concentración superior a 0,0.
EFE
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