Una comisión asesora de la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) propuso este martes un enfoque unitario para la salud y un sistema de alerta de riesgos global frente a futuras pandemias ya que las barreras contra la del coronavirus han fracasado.
Impulsar sistemas paneuropeos de control de enfermedades y un consejo global de salud, aumentar la inversión e incorporar a los grupos vulnerables son algunas iniciativas lanzadas por la Comisión Paneuropea sobre Salud y Desarrollo Sostenible en una declaración previa al informe final que se publicará en septiembre.
El documento insta a abordar las condiciones que permitieron a la pandemia de covid-19 «infligir un daño sin precedentes en vidas y economías», asumiendo el fracaso global para contenerla.
«Las barreras montadas globalmente frente a una pandemia de este tipo no han funcionado. Lo primero es aceptar que el sistema ha fracasado», declara a Efe el español Rafael Bengoa, exdirector de Sistemas de Salud de la OMS, uno de los miembros de la comisión, que incluye a científicos, economistas y exjefes de Estado y Gobierno.
Bengoa define la declaración como «planteamiento para después de la tormenta» pero que pide actuar ya y resalta que «si seguimos solo atacando el corto plazo, no estamos aprendiendo nada de cara al futuro».
UNA VIDA, UNA SALUD
El grupo, presidido por el exprimer ministro italiano Mario Monti, habla de repensar las prioridades políticas y de incorporar el concepto de «onehealth» (una vida, una salud), que reconoce la interdependencia entre salud humana, animal y medioambiental.
Se trata de un concepto «clave», explica el exconsejero vasco de Sanidad, recordando que en los últimos 30 años ha habido un salto sistemático del mundo animal al humano, origen de varias pandemias.
Partiendo de ese concepto, la comisión defiende crear un panel intergubernamental sobre amenazas para la salud, un aumento de la inversión que posibilite sistemas de alerta temprana y mejore la respuesta y un sistema paneuropeo de control de enfermedades que desarrolle y coopere con las estructuras existentes.
Las instituciones financieras internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) deberían incorporar ese enfoque en sus sistemas de análisis y mitigación de riesgos, sostiene el grupo.
UN CONSEJO DE SALUD GLOBAL Y MÁS INVERSIÓN EN INNOVACIÓN
La comisión considera fundamental crear a nivel de G20 un Consejo de Salud Global que tome como modelo el Consejo de Estabilidad Financiera nacido tras la crisis financiera de 2008 y que podría identificar fallos en la provisión de bienes públicos y organizar el apoyo de la comunidad internacional para solucionarlos.
Entre las iniciativas propuestas figura también promover un potencial tratado pandémico internacional, que vincule a los países a estar listos para futuras pandemias, explica Bengoa, que cita como inspiración el Convenio Marco para el Control del Tabaco adoptado por la OMS en 2003, cuando él trabajaba en esa organización.
Apoyar la innovación en los sistemas de salud es otro punto central señalado en la declaración, desde el descubrimiento de medicinas a su desarrollo y al gasto en tecnología, además de aumentar la transparencia en la colaboración público-privada.
«Llamamos a los gobiernos a que trabajen juntos para coordinar y acelerar los ensayos clínicos para reducir retrasos y mejorar la eficiencia. Pedimos procesos reguladores para que se coordinen y, si es posible, armonicen medicinas y tecnologías», señala el documento.
MÁS FONDOS Y APOYO A GRUPOS VULNERABLES
Muchos sistemas de salud europeos sufren de falta de fondos «crónica» y falta de personal, a menudo como efecto de la crisis financiera de 2008, lo que subraya la importancia de invertir en salud como factor de cohesión y de bienestar, que además repercutirá en el crecimiento económico.
La comisión asesora de la OMS-Europa incide además en que son necesarias acciones a todos los niveles para solucionar «las fracturas que dejaron en situación vulnerable» a mucha gente durante la pandemia de coronavirus.
Así se menciona la importancia de asegurar que las mujeres participen en la toma de decisiones y que se reconozcan sus derechos, que se identifiquen los grupos empobrecidos, una cobertura sanitaria universal y sistemas de salud más inclusivos.
El informe final no tendrá carácter vinculante, pero servirá de base en las próximas discusiones en el comité regional y en la asamblea mundial de la OMS, así como en otros foros internacionales, explica Bengoa, quien resalta que no evalúa actuaciones concretas, sino que debe ser cada país el que establezca su proceso interno.
El exdirector de Sistemas de Salud de la OMS apunta no obstante que es imprescindible la creación de un ministerio que agrupe salud animal, medioambiental y humana y que en los presupuestos nacionales se «note» ese enfoque unitario de la salud.
EFE
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