El Gobierno no anunció medidas drásticas en cuanto a la reducción de la movilidad, como se había solicitado desde varios sectores políticos y científicos ante el rebrote de la primera ola de la covid-19, y siguió apelando a la libertad responsable de la población.
«La responsabilidad es nuestra y lo asumimos, pero tiene que haber una concordancia entre la situación en que está el país, las medidas del Gobierno y la conducta individual de la gente», indicó este martes el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, en rueda de prensa tras un Consejo de Ministros que ha durado más de 4 horas.
En su comparecencia, en la que estuvo acompañado por el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, y el de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, el mandatario anunció la suspensión de clases en educación media y secundaria en la ciudad de Rivera (norte), fronteriza con Brasil y uno de los puntos más afectados en todo el país, desde este miércoles hasta Semana de Turismo (o Semana Santa).
También dejó en suspenso «la obligatoriedad en todo el sistema educativo en todo el país», si bien dejó en manos de los centros coordinadores para la covid-19 en cada departamento (provincia) «suspender la presencialidad en otras ciudades o regiones».
Lacalle Pou agregó que su Gobierno quiere que «no haya brecha más grande del sistema educativo» y que, como la recomendación de los expertos que ayudan al Ejecutivo en la gestión de la crisis sanitaria, «es que (las clases) sea lo último en suspender» se ha optado por otras vías.
«El Gobierno fue lo primero que reinició (en abril de 2020) y actúa como recomienda el GACH (Grupo Asesor Científico Honorario)», argumentó Lacalle Pou, quien agregó que va a someter a estudio una idea de Salinas para que el personal docente que no se haya vacunado pueda hacerse un test antigénico «para estar tranquilos en el sistema educativo».
El Ejecutivo retomó medidas anunciadas anteriormente, como la reducción del aforo al 50 % del transporte interdepartamental y al 30 % de los espectáculos públicos (siempre que esa cifra no supere las 400 personas), la suspensión del deporte amateur y el cierre de vestuarios en clubes y gimnasios.
EFE