Con una caída del Producto Interno Bruto (PBI) del 5,9 % respecto al año anterior y motivada por la pandemia de la covid-19, la economía de Uruguay sufrió en 2020 su mayor caída desde la crisis que azotó al país en 2002.
Según los datos divulgados por el Banco Central de Uruguay (BCU), las medidas tomadas en el marco de la emergencia sanitaria para frenar los contagios del coronavirus SARS-CoV-2, como el llamado a la no circulación y los cierres de fronteras, causaron entre abril y mayo de 2020 un parón en la actividad económica del país.
Como detalla en Twitter el economista Aldo Lema, durante el segundo semestre del año la economía del país se recuperó un 9,8 % respecto al mínimo del segundo trimestre pero esto «sin compensar completamente la caída que había experimentado en el primer semestre de 12 % versus el cierre de 2019».
Durante el segundo semestre de 2020, la economía uruguaya se recuperó 9,8% respecto al mínimo del segundo trimestre, pero sin compensar completamente la caída que había experimentado en el primer semestre (12% vs el cierre de 2019). https://t.co/nOSGOhEesL
— Aldo Lema – Uruguay (@AldoLema_uy) March 24, 2021
De acuerdo al informe del BCU, en el cuarto trimestre de 2020 se registró una caída interanual del 2,9 % y en términos desestacionalizados la actividad se incrementó un 1,7 % respecto al trimestre anterior.
«Desde el enfoque de la producción, este desempeño se explica por la mayor actividad de la construcción, los servicios profesionales, el arrendamiento y el transporte (…), desde la perspectiva del gasto se vincula al mayor dinamismo de la demanda interna», acota el documento.
El sector económico que registró la caída más significativa fue el de Energía eléctrica, gas y agua, con un 12,5 %, seguido por el de Actividades profesionales y arrendamiento, con una baja del 10,6 % y el de Comercio, alojamiento y suministro de comidas y bebidas con 9,1 %.
Los menos afectados por la crisis sanitaria fueron el sector de la construcción, que tuvo una variación a la suba de 1,8 %, el agropecuario, con una baja del 0,4 %, y los de servicios financieros y Administración pública, con caídas de 0,4 % y 0,5 %, respectivamente.
La caída en la demanda externa, por otra parte, se explica por una disminución en el volumen físico de las exportaciones del 16,2 %, en cuanto a que las importaciones se contrajeron a una tasa interanual del 10,8 %.