La fiscal de Flagrancia de 6° Turno, Ana Vallverdú, y la Dirección de Crimen Organizado investigaban la compra hecha por un mecánico de tres de los cuatro autos de alta gama del empresario y sindicalista argentino, Marcelo Balcedo, en el marco de un remate.
En la subasta un mecánico pujó por los coches y logró comprarlo, a lo que se le informa que tenía que pagar una seña de US$ 164.000 en ese instante.
Sin embargo el comprador señaló que representaba a una persona de Nueva Palmira. Al no tener el dinero el mecánico declaró que una persona de Nueva Palmira le había dicho que al comprar los autos tenía que llamar a su hija y pedirle que firmara la compra de los mismos.
La sorpresa fue aún mayor cuando una familiar del supuesto estanciero se presentó en la escena y aseguró que su padre estaba en bancarrota. En ese momento los rematadores llamaron a la Policía y el hombre y la hija fueron llevados a declarar ante Interpol en calidad de testigos a la espera de reunir más información.
La hija señaló a los policías que su padre “es un bebedor, tiene problemas psiquiátricos y carece del dinero para comprar esos autos”, según informó Canal 4