Ver el Atracadero de Yates completo y desbordante era una imagen cotidiana en cada temporada de semana de turismo. Los argentinos cruzaban en masa y ya el primer día de la semana comenzaba a observarse en el río como iban llegando. Ni que hablar en los últimos cuatro días, donde muchas veces se veían yates en ambas orillas del Arroyo de las Vacas y una interminable procesión de embarcaciones que le daban una postal única a la temporada.
Y los periodistas locales pedíamos el informe oficial del número de yates que llegaban, y comparábamos la evolución con otros años.
El movimiento en los paradores, la ciudad, el alquiler de motos y bicicletas, la presencia de argentinos por toda la comarca era un termómetro para medir la economía desde el sector turístico, para una semana clave en la hotelería local, los restaurantes, artesanos y todos aquellos que hacían unos pesos extras en unos días de alta movilidad, donde además se sumaban cientos de carmelitanos que volvían a su ciudad natal.
En el sitio Tripadvisor podemos repasar algunos comentarios que explican mejor esas visitas.
«No se puede dejar de concurrir y pasear por el puerto de yates de Carmelo. Es un paseo muy recomendable y su dimensión es acorde a la ciudad,» publica un señor que firma una opinión como William M.
Drlulo dejó estampada su mirada «Pasar por ahí al atardecer es mágico. Ver todos los yates amarrados, la gente disfrutando , un lugar muy lindo para recorrer.»
María de Córdoba en 2017 lo definía con precisión: «Está emplazado sobre el Arroyo las Vacas, tiene todos los servicios, Luz, agua, duchas wifi, asadores, mesas de cemento con sus bancos, arboles frondosos, hasta un señor que pasa en su bici vendiendo leña, alquiler de bicicletas y la playa Seré con sus Paradores al lado.. para los navegantes que llegan en su barco o velero es un lugar ideal para relajarse.. muy lindo lugar, altamente recomendable para descansar y hacerse un asadito a la sombra.»
Y una señora proveniente de Montevideo escribía algo muy lindo: «Nunca pensé que en ese puerto iba a encontrar tan lindo lugar. Esta todo totalmente organizado para los yates. Ir en temporada y ver la cantidad de Yates y de todos los porte que se ven son increíbles.- El lugar resulta muy pero muy bonito y la forma que tienen acceso toda las comodidades os dueños de los yates también.»
La pandemia lo transformó en un lugar desierto pero no abandonado
Hoy el Atracadero luce desierto pero no abandonado.
Es plena tarde de un sábado, donde uno piensa que con fronteras abiertas otra sería la historia, pero hay que cuidarse, ya vendrán otros tiempos.
La zona hace ya unos años está cercada pero el acceso al público está permitido. Adentro dos funcionarios nos reciben de muy buena forma. El lugar luce con una prolijidad y limpieza a destacar. Los baños públicos son excelentes. En un amplio horario está permitido visitarlo, se puede incluso hacer un asado en las parrillas que ofrece el lugar en forma totalmente gratuita. Es un paseo abierto y muy cuidado. Un espacio muy tranquilo y con poco uso por los carmelitanos que prefieren más la costa del río.
El Atracadero de Yates de Carmelo es un paseo muy recomendable, a pesar que los yates este año aún no regresan. Seguramente cuando exista la posibilidad ese retorno será muy celebrado por cientos y cientos de personas vinculadas al mundo del río, que lo venían cruzando cada temporada, año tras año, y que retornaran en la primera oportunidad que exista.
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