En su mensaje para las Pascua, el obispo de Mercedes, Mons. Carlos Collazzi invita a experimentar juntos “la fuerza de la Resurección” de Jesús: “Lo viejo se renueva, lo antiguo da lugar a lo nuevo. Es un nuevo comienzo de la historia, porque Cristo ha resucitado, primicia de todos los que han muerto” (1 Co 15,20) .
El pastor saluda especialmente a los afectados directamente por la pandemia y a quienes trabajan en la salud al tiempo que invita a recibir la vacuna contra el COVID-19.
Seguramente en estos días en que la pandemia nos tiene en casa, que no hemos podido ir a las celebraciones como era nuestro deseo y las hemos vivido por los medios de comunicación, el Espíritu se ha derramado”, asegura Mons. Collazzi. “Nos hace su Pueblo y nos anima a abrir los ojos… delante de las realidades que vivimos y del obrar de Dios”, subraya.
MENSAJE DE PASCUA 2021 DEL OBISPO DE MERCEDES
“El primer día de la semana, de madrugada, las mujeres fueron al sepulcro…encontraron removida la piedra y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús…se les aparecieron dos hombres…ellos les preguntaron ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado” (Lucas 24,1-6)
Lo buscan, pero no lo encuentran: ya no está donde había sido sepultado. De aquello solo quedan las señales: la tumba vacía, vendas, sábana… La noticia es desconcertante: “No está aquí. Ha resucitado” Noticia que resuena de generación en generación; anuncio de hace dos mil años y siempre nuevo. Anuncio que en estos días se está difundiendo, una vez más, en toda la tierra. ¡Queremos con nuestro ser Iglesia misionera que también resuene en todo Soriano y Colonia!
Con su Resurrección se cumplen las Escrituras. Lo viejo se renueva, lo antiguo da lugar a lo nuevo. Es un nuevo comienzo de la historia, porque Cristo ha resucitado, primicia de todos los que han muerto” (1 Co 15,20)
El Papa Francisco al iniciar su Pontificado nos escribió: “Su resurrección no es algo del pasado; entraña una fuerza de vida que ha penetrado el mundo. Donde parece que todo ha muerto, por todas partes vuelven a aparecer los brotes de la resurrección. Es una fuerza imparable. Verdad que muchas veces parece que Dios no existiera: vemos injusticias, maldades, indiferencia, crueldades que no ceden. Pero también es cierto que en medio de la oscuridad siempre comienza a brotar algo nuevo, que tarde o temprano produce un fruto. En un campo arrasado vuelve a aparecer la vida, tozuda e invencible. Habrá muchas cosas negras, pero el bien siempre tiende a volver a brotar y a difundirse. Cada día en el mundo renace la belleza, que resucita transformada a través de las tormentas de la historia. Los valores tienden siempre a reaparecer de nuevas maneras, y de hecho el ser humano ha renacido muchas veces de lo que parecía irreversible. Esa es la fuerza de la resurrección y cada evangelizador es un instrumento de ese dinamismo” (La alegría del Evang. 276)
¡Esa fuerza de la Resurrección la experimentamos juntos! Seguramente en estos días en que la pandemia nos tiene en casa, que no hemos podido ir a las celebraciones como era nuestro deseo, y que las hemos vivido por los medios de comunicación, el Espíritu se ha derramado. Nos hace su Pueblo y nos anima a releer detenidamente esas palabras del Papa Francisco que nos hacen abrir los ojos delante de las realidades que vivimos y del obrar de Dios.
Renovando nuestro Bautismo nos comprometemos a ser instrumentos de ese dinamismo.
Concluyo con un especial saludo a todos los afectados directamente por la pandemia, a los que trabajan en la Salud y una invitación a recibir la vacuna.
Con mis mejores augurios de muy ¡¡¡FELICES PASCUAS!!!
+Carlos María Collazzi
Obispo Diocesano
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