Por Alejandro Prieto
Versos perdidos y voces calladas de mujeres «olvidadas» por una sociedad donde el machismo aún cierra puertas toman los escenarios como protagonistas de un ciclo teatral que, pese a la pandemia y vía ‘streaming’, viaja hasta los más recónditos rincones de Uruguay.
«Ellas en la Delmira» es el nombre del ciclo del Teatro Solís de Montevideo que, desde 2017, incentiva a que obras creadas o dirigidas por mujeres tengan su espacio en la cartelera y que, tras concretar una única función presencial, este año debió adaptarse al formato virtual por la covid-19.
La propuesta de 2021 vio, además, trastocados sus planes de llevar las cuatro obras seleccionadas para presentarse en la sala Delmira Agustini del Solís, «De apellido Amor», «Casi Dahiana», «Cuca» y «Era como que bailaba», a teatros de otras localidades de Uruguay.
LAS VOCES OLVIDADAS
En diálogo con Efe, la actriz y dramaturga Leonor Chavarría, creadora del monólogo «Casi Dahiana», que se presentará el 17 de abril, asegura que participar del ciclo es tanto «un orgullo» como «un gran desafío», ya que implica contar con una plataforma de visibilidad que a las artistas les cuesta alcanzar.
«Todas las temáticas que se eligieron en ‘Ellas en la Delmira’ son protagonistas mujeres que no han sido escuchadas y hace mucho tiempo estamos luchando para eso, para encontrar el lugar y visibilizar las situaciones olvidadas», recalca la actriz.
Nada ajeno a esta reflexión está el argumento de su obra, ya que, explica, detrás del texto que escribió hace 10 años estuvo una sensación de miedo a no concretar sus metas a nivel personal y profesional.
«Empecé a escribir un texto que tenía que ver con este miedo a estar en el medio, a ser mediocre, a no poder llegar a lo que uno desea y no sentirse completo», puntualiza sobre su personaje, una mujer rural que sueña con dejar el pueblo para ser actriz.
Otra voz «olvidada» es la de Olegaria Machado Amor, poeta del siglo XIX que protagoniza la obra que se presentó el sábado 10, «De apellido Amor», ya que, como afirma su directora, Susana Souto, esta mujer oriunda de Minas fue una gran artista pero terminó sumida en el silencio.
Souto, que llegó a la historia cuando la actriz Pilar Cartagena le envió el cuento de Juan Scuarcia en que se basa la obra, relata que ese silencio profundo en el que terminó envuelta es lo que más llama la atención al indagar en su vida.
Si bien Machado «recitaba sus poemas al viento en el balcón de su casa», como una ‘performer’, algo rupturista para su tiempo, la directora asegura que luego fue «absolutamente olvidada por las páginas de la historia», seguramente «por ser mujer en un contexto muy masculino».
METERSE EN LA PIEL DE OTRA
Para Cartagena, actriz de larga trayectoria, meterse en la piel de Machado significó un nuevo desafío, ya que, dice, tuvo que «desenmarañar» el personaje y sus «misterios».
«Sabemos que escribió muchísimos poemas pero solo dos llegan a nuestros días. No se encontró nunca su partida de nacimiento… Hay una cantidad de misterios que nosotros tratamos de traerlos a una historia con parte de ficción y parte de lo poco que sabemos de aquella realidad», acota.
La intérprete destaca que el proceso de preparación fue «muy serio». Junto a Souto viajó a Minas para conocer el entorno en el que vivió la poeta y preguntar a los locales si conocían a quien fue maestra del célebre dramaturgo uruguayo Florencio Sánchez.
Para Chavarría, sin embargo, el proceso fue más personal, ya que, apunta, hay mucho de ella en Dahiana.
«Hay una ficción que tiene que ver conmigo: yo soy actriz, soy del interior. Pero esas características las llevé al límite y también las licué un poco con esos miedos que tengo», recalca.
UNA FUNCIÓN ESPECIAL
«Es un misterio para nosotras», apunta Souto sobre el formato de ‘streaming’, algo en lo que coincide Cartagena. Ambas dicen que será su primera vez haciendo algo que «no es ni cine ni teatro», pues la actuación que verán los espectadores tuvo modificaciones para lucirse en cámara y pasó por edición.
En plena suspensión de espectáculos públicos por la covid-19, la actriz resalta la importancia de que, por cualquier vía, siga haciéndose teatro.
«Me parece que es un lugar de mucho privilegio que tenemos hoy, con el agregado de esta situación compleja del país, del mundo, de que no hay teatro; no hay voces que cuenten o que canten nada», enfatiza.
EFE
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